Venezuela y su Petróleo: En cuatro tiempos
(1899-2022)
Ramón Rivas Aguilar
Por más de setenta años, he vivido bajo la atmósfera del oro negro. El ánima de un mortal, en los campos petroleros, en el Estado Zulia, cautivado por esa riqueza minera, el petróleo, que cambió para siempre el destino vital de una nación, la Provincia de Venezuela. Se fue aquella Venezuela que, olfateó por muchos siglos, el olor agradable del cafeto persa. Un experiencia vital, una imaginación, una memoria de aquel mundo del oro negro, que se examinó en la academia mediante la enseñanza y la investigación para dar razones de como el petróleo transformó radicalmente la vida material y cultural de la Venezuela del siglo XX. Explorar las razones últimas de ese tránsito histórico de la “economía vegetal a la economía minera” con impactos significativos en el escenario geopolítico internacional. La reflexión sobre los eventos históricos que marcaron con el petróleo la mentalidad y la praxis de la vida nacional. El espíritu de una definición y de una frase histórica que delinearon la vida intelectual a lo largo de un siglo: el petróleo un capital natural y su siembra. Sembrar el petróleo en el reino del paraíso vergel. Sembrar el petróleo, una metáfora, un símbolo que movió el alma de una nación para devolverle el reino la madre egea (Fisiocratismo). Para bien o para mal, toda la política económica que se diseñó a lo largo del siglo xx y parte del tercer milenio bajo la impronta de la siembra del petróleo y de su definición como un capital natural.
Dentro de esa perspectiva, se intenta una breve periodización sobre Venezuela y su petróleo, en cuatro tiempos, que abarcaría un periodo histórico de más de ciento veintidós años. Un siglo y veintidós años (1899-2022). El primer periodo histórico(1899-1976) se caracteriza como la relación histórica entre un Estado propietario, un estado terrateniente, dueño de su petróleo, que concede temporalmente a las compañías petroleras extranjeras la explotación del oro negro, recibiendo como contraprestación un ingreso que se le denomina en la economía política clásica renta del suelo. En el marco de la legislación minera: impuesto de explotación. En la tradición histórica: minera regalía.
Fue una relación histórica entre el capital y la renta, entre el estado rentista y las compañías petroleras extranjeras, que se desarrolló entre el conflicto y la negociación entre el dueño de la tierra y el dueño del capital.En esa relación histórica, se dio la génesis, la expansión, el fortalecimiento y la consolidación de la conciencia nacional contra el imperialismo petrolero: nacimiento y desarrollo del nacionalismo petrolero. Por lo que todos los gobiernos autoritarios y democráticos y organización políticas contribuyeron hacia la conformación de la conciencia nacional contra las compañías petroleras extranjeras.En ese periodo histórico, de setenta seis años, la Venezuela del petróleo logró una serie de conquistas históricas de importancia nacional e internacional.Esas conquistas históricas fueron claves para que la nación tomara la decisión de nacionalizar la industria petrolera nacional. A esto, se agrega un conjuntode circunstanciales internacionales que favoreció la posibilidad de que Venezuela se posesionara soberanamente de su riqueza minera.
Así, la Venezuela del petróleo entró a una segunda fase de su historia petrolera con la firma de la nacionalización de la industria petrolera el 29 de agosto de 1975. El 1 de enero de 1976, en Cabimas, el Presidente Constitucional CAP, izó la bandera nacional, culminando un ciclo histórico de 76 años, en la que las compañías petrolera extranjeras tuvieron el control del oro negro. Ahora, el Estado dueño, soberano y productor de petróleo. Fin del estado rentista. Del nacionalismo petrolero y todas sus consignas de contenido anticapitalista y antimperialista. Nacimiento del estado empresario, petróleos de Venezuela, de Intevet y su proyección nacional e internacional. Un cambio estructural. Esta segunda fase de la historia petrolera venezolana(1975-1998), esta segunda mirada, en perspectiva, significó un proceso complejo de transnacionalización de la industria petrolera nacional a través de Petróleos de Venezuela, que se convirtió en una gigante Corporación de Energía, penetrado los mercados petroleros a lo largo y ancho del planeta. Así, Petróleos de Venezuela se abrió al mundo con su petróleo, sus derivados y sus refinerías. De allí, que la corona histórica de esa complejización global que marcó Petróleos de Venezuela, trascendiendo las fronteras del territorio nacional: la internacionalización y la apertura petrolera (1983-1998). Al mismo tiempo, el desarrollo la ciencia y la tecnología (INTEVET, 1975), espíritu creativo e innovador de una empresa capitalista del Estado para mejorar los crudos y derivados, en un mercado petrolero difícil y complejo de competir.
Así, pues, la nacionalización de la industria petrolera significó por un lado, fin del estado rentista. Y, por el otro, la proyección de una gigante corporación de energía, Petróleos de Venezuela. Se impuso el capital contra la renta. Petróleos de Venezuela contra el Estado rentista, su dueño. Un proceso de capitalización quedesarrolló Petróleos de Venezuela lo que implicó, definitivamente, la crisis del estado rentista. Por su puesto, confusión y desorientación en el padre de la teoría de la renta del suelo el matemático y experto petrolero Bernard Mommer. Estuvo consciente de que todo acabó aquel 1 de enero de 1976.No obstante, su obsesión por la restitución del estado rentista fue su próximo objetivo que desplegó intelectualmente entre 1983 y 1998. Para restaurar el estado rentista, era vital desmontar totalmente todo el proceso de la internacionalización (1983) y la Apertura petrolera (1989-1998). Así, se le devolvería a la nación la majestad del estado rentista que establecería una nueva gobernabilidad para para capturar renta mediante el esquema clásico regalía+ impuesto sobre la renta. La política petrolera en manos delministerio de energía y mina. Y, Petróleos de Venezuela su función básica: explorar, producir, refinar y comercializar en el mercado petrolero mundial. La distinción teórica y práctica entre la renta y el capital, entre el estado terrateniente y las operadoras, en manos de Petróleos de Venezuela. Un intento artificial por imponer el Estado rentista.
Toda una batalla política, ideológica e intelectual se desplegó entre 1983 y 1998 contra Petróleos de Venezuela, la internacionalización, la apertura petrolera, contra Intevet, contra la fórmula orimulsión, en la que jugó un papel estelar el matemático y experto petrolero Bernad Mommer. Se movió como pez en el agua para convencer al país rentista de que petróleos de Venezuela era un estado dentro del estado, en manos de tecnócratas y neoliberales, una empresa al servicio del capitalismo petrolero global. Una matriz de opinión que caló en el espíritu de una “izquierda y de un a derecha” para justificar el estado rentista.
El triunfo del candidato del polo patriótico el teniente coronel Hugo Chávez Frías, en las elecciones presidenciales que se realizaron en el mes de diciembre de 1998, constituyó el camino para recuperar la vieja historia petrolera de Venezuela, marcada por el rentismo: inicio del fin de la internacionalización, de la apertura petrolera, de la fórmula orimulsión, de Intevet, por un lado. Y, por el otro, la restauración del Estado rentista, de la renacionalización de la industria petrolera con sus consignas anticapitalistas y antimperialistas.
La instauración del Estado socialista, colectivista y comunal, en el cual petróleos de Venezuela estaría en manos del pueblo soberano. El socialismo rentístico se construiría mediante el Estado rentista que tendría en sus manos el control total de los ingresos petroleros para echar los cimientos del socialismo bolivariano del siglo xx. En el año de 1999, se promulgó una nueva constitución nacional bolivariana, que estableció un marco institucional para desarrollar una política petrolera cuyo eje central sería el dominio férreo del Estado rentista sobre petróleos de Venezuela. El capital subordinado a la renta. Petróleos de Venezuela bajo la impronta del estado rentista. Un intento por forzar la historia. Una vuelta al estado rentista, un esfuerzo inútil. Un sin sentido, una contra natura. Los hechos históricos son únicos e irrepetible. La historia es lineal. El objetivo de fundamentar el estado rentista no fue posible. En términos generales, esta tercera fase del proceso petrolero venezolano, impulsada por el gobierno bolivariano y revolucionario, bajo la tutela intelectual del matemático y experto petrolero Bernard Mommer, total fracaso. El intento por restaurar el Estado rentista mediante el desmantelamiento total de la internacionalización y de la apertura petrolera no se materializó. Lo que explica el fracaso intelectual de la teoría de la renta del suelo y de su praxis política, lo que debió provocar en el alma de Bernard Mommer desánimo y frustración. La teoría de la renta del suelo y su praxis política que promovió Ruptura a partir de los años 70, con el fin de examinar la historia del petróleo en Venezuela con propósitos revolucionarios, murió con la nacionalización de la industria petrolera. Pues, bien, la idea de desmantelar a Petróleos de Venezuela con la internacionalización y la apertura petrolera, no fue posible.Por lo tanto, ante el fracaso histórico de esta disparatada idea, el gobierno de Nicolás maduro intenta modificar ese enfoque teórico y político de los postulados de la renta del suelo, con el fin de una nueva política petrolera(2019). Una política petrolera con el propósito de flexibilizar la legislación de los hidrocarburos para abrir la industria petrolera al capital internacional, en el marco de un esquema de garantías y seguridades jurídicas. Para “la izquierda y la derecha” esto significa un proceso de privatización de la industria petrolera. Por supuesto, que Rafael Ramírez y Bernard Mommer, los fracasados históricamente, comparten esa tesis: una vuelta a la cuarta República. Están desnacionalizando la industria petrolera para entregársela a las corporaciones y compañías del mundo del petróleo. Así, pues, se entra a la cuarta fase histórica de la industria petrolera nacional,con una dinámica de flexibilización y privatizadora, en un marco más complejo en el mundo de las relaciones petroleras mundiales. Es posible que este proceso de flexibilización y privatizadora, se acelere por la crisis Rusia- Ucrania, que abre las puertas entre Estados Unidos y Venezuela para el inicio de nuevas relaciones petroleras que marcarían una fase significativa con el oro negro.Dicho de otra manera, fin de la política petrolera del gobierno de Hugo Chávez Frías y su mentor intelectual Bernard Mommer. No fue posible la restauración del Estado rentista. Es decir, se mantuvo la internacionalización y la apertura petrolera en peores condiciones histórica. De allí, su último libro revela su gran frustración política e intelectual. Es la razón por la que escribe ese libro, en el cual cuestiona algunos errores que cometió el chavismo en materia petrolera. Un libro que pasará a la historia, al olvido. Debió asumir la misma conducta política e intelectual, cuando renunció a su trabajo como investigador petrolero, en Petróleos de Venezuela, en el segundo gobierno de caldera, para poder demostrar al país lo que significaría la apertura petrolera para la nación. El economista y experto petrolero Ronald Patín, dice que:
Recuerda el momento de la dimisión: habló conmigo y me dijo que quería renunciar para actuar libremente. Y así empezó hablar con AD, Copey, el MÁS, etc., confundió a muchísimas personas. Y por donde él iba pasando, nosotros teníamos que ir enmendando lo que decía. Se metió en muchas cosas de tipo técnico donde no tenía profundidad; Era fácil rebatible” (José Enrique Arrioja. Clientes Negros: Petróleos de Venezuela Bajo la Generación Shell. Colección Ares. Los Libros del Nacional. 1998. Pág. 111.)
En consecuencia, Venezuela, su petróleo y su historia en cuatro tiempos.1899-2022. Un aporte historiográfico para analizar la historia del petróleo en nuestro país, desde otra perspectiva. Simbargo, Sobre los temas históricos no existe la última palabra. Todo puede ser refutable en la mirada epistemológica de Karl Popper.