Carlos Andrés Pérez y Gumersindo Rodríguez: la nacionalización de la industria petrolera,el V Plan de la Nación y los cimientos de la Gran Venezuela (1974-1979)
Ramón Rivas Aguilar
Todo comenzó el 27 de agostode 1975, cuando el Presidente Constitucional,Carlos Andrés Pérez, estampó su firma a la Ley que reserva al Estado la producción y la comercialización de los hidrocarburos. Undía histórico. El fin del Estado rentista. Génesis del Estado empresario en una nueva perspectiva histórica. Lo acompañó en esa faena vital el prestigioso economista venezolano Gumersindo Rodríguez. La figura intelectual más importante de su gobierno constitucional (1974-1979). Fue parte vital de su programa de gobierno, del V Plan de la Nación y de la Gran Venezuela.
Gumersindo Rodríguez, figura clave en el gabinete del Primer Gobierno de Carlos Andrés Pérez. En efecto, fue su Ministro de Estado y Jefe de Cordiplán y Coordinador del Gabinete Económico del Consejo de Ministros (1974-1977). Además, Presidente de la Junta Administradora del Programa de becas “Gran Mariscal Ayacucho” y presidente del Consejo Superior de la Fundación Mariscal Ayacucho (1974- 1977). Asimismo, ocupó cargos de carácter internacional, a saber: Gobernador ante el Banco Mundial (1974-1977) y Presidentede la XXX Asamblea del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Su prestigio como economista y estudioso de la Venezuela económica del siglo XX, se refleja en su licenciatura en ciencia económica de la Universidad de Manchester, Inglaterra. De Igual modo, sus doctorados en London School de of Economics sobre temas monetarios y economía abierta. No deja de ser interesante destacar su doctorado Honoris causa, otorgado por la Universidad de Boston. Finalmente, Gumersindo Rodríguez ha sido el IX conferencista después de Harold Wilson, en las conferencias Clayton, del Centro Clayton de la Fletcher d School of and diplomaty, Boston, Sobre el nuevo Orden Internacional (1975).
Un aval intelectual que lo convirtió en uno de las figuras más importante de la economía venezolana y que se la jugó en un momento crucial de la historia nacional y mundial. Un momento vital para establecer las bases filosóficas y políticas de la Gran Venezuela para estar en sintonía con los retos y desafíos de un país y de un planeta que requería gigantescas transformaciones globales.
El V Plan de la Nación, un cuerpo teórico que delineó el camino de una Venezuela que buscaba trascender su espíritu rentista. Sí. La nacionalización del hierro y del petróleo marcó el fin de un ciclo histórico, de una relación compleja entre el Estado y las compañías mineras y petroleras, que se había iniciado desde los gobiernos de Castro y Gómez. Al mismo tiempo, era vital el inicio de un nuevo ciclo histórico que pondría fin a todo un pasado caracterizado por el nacionalismo petrolero, por la retórica antimperialista y anticapitalista. Ahora, entre 1975 y 1976, hierro y petróleoen manos del Estado. El Estado dueño absoluto de su riqueza minera y petrolera. Fin de la relación Estado y compañías extranjeras. A partir de ese eje vital, El Estado estableció las líneas básicas para determinar el desarrollo nacional en una nueva perspectiva histórica. Una nueva fase en el proceso histórico que se comenzó a impulsar desde la dinámica post-nacionalización. Se trataba de la modernización y transformación del Estado venezolano para asumir históricamente su nueva responsabilidad vital. El Estado, una empresa capitalista (petróleos de Venezuela, 1975), con la finalidad de explorar, de explotar, de producir, de refinar y comercializar su petróleo en el mercado mundial. Ahora, en adelante, producir y vender en el mercado mundial petrolero. Ir al mercado para capturar ingresos para el mantenimiento de su industria petrolera e ingresos para cubrir las necesidades empresariales y sociales del nuevo Estado que se estaba transformando en el propio proceso político entre 1974 y 1979.Es decir, el fin de la teoría y la praxis del esquema rentista que había impulsado Ruptura desde 1970, con su periódicos, revistas y libros, cuyo padre intelectual el matemático y experto petroleroBernard Mommer. Por ello, fue difícil la comprensión histórica de lo que iba a representar el proceso de nacionalización para el futuro material y cultural de la nación. Una encrucijada política que asumió Carlos Andrés Pérez, Gumersindo Rodríguez y su gabinete de trascender el esquema estatista y rentista que había predominado anterior a la nacionalización, con el impulso de un proyecto histórico con la finalidad de echar raíces de la Venezuela post-rentista. En ellos, no existió una visión apocalíptica ni catastrófica como la que asumió Arturo Uslar Petri. No. Nada de eso. Una oportunidad histórica que le abriría a Venezuela hacia un rumbo nacional distinto al anterior periodo histórico. Lo cierto es que la Gran Venezuela marcó el fin del rentismo y el nacimiento del Estado Empresario que se encargaría de producir y vender petróleo y sus derivados en el mercado petrolero mundial. Antes, solo recurría al esquema impositivo para aumentar los impuestos a las compañías extranjeras y así tener recursos económicos para sufragar sus necesidades esenciales de carácter administrativo.
Ahora,una tarea gigantesca para un Estado que tenía que transformar sus viejas estructuras y funciones tradicionales para adecuarse a los tiempos históricos que requería la nación y el mundo internacional.Solo era viable un proyecto de tal naturaleza, sí el Estado asumiría el control sobre el hierro y el petróleo. A partir de esa decisión histórica, es que se puede entender la fundamentación filosófica y política del V Plan de la Nación y de la Gran Venezuela. Un salto histórico que determinaría la Venezuela del futuro y la muerte de la mentalidad y praxis rentista que había predominado hasta 1976. El punto central para echar los cimientos del Estado, de un gobierno y una sociedad que cambiaría la naturaleza del proceso histórico venezolano que se había iniciado con la Revolución Restauradora liberal (1899).Fin de una etapa histórica. Inicio de otra. Así, lo expresó el Presidente Carlos Andrés Pérez ante la XXXI Asamblea de Fedecámaras (1975), cuando dijo que ahora es: “nuestra obra y nuestra responsabilidad, porque los logros o los fracasos serán también exclusivamente nuestros”. Nos toca avanzar por el camino más difícil de producir eficientemente, de hacer de nuestro esfuerzo un verdadero trabajo, ajeno a la especulación y al privilegio y a toda complacencia con la justicia (Documentos: Revista de Información Política, Abril- junio, Un. 61, año de 1975. Instituto de Estudios Políticos, Facultad De Ciencias Jurídicas y Políticas, Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1975. p. 374). Tiempos nuevos. Retos históricos gigantescos. Cambiar la naturaleza de un Estado, de un gobierno, de una sociedad, de una cultura, de unos usos y valores estatistas y rentistas. Una proeza histórica que tendría límites en el tiempo.
Una obra histórica no exenta de errores, de contradicciones y paradojas. Lo importante a destacar es que en un momento crucial del a historia mundial, como lo fue la década de los sesenta y los setenta, Venezuela se encontraba en una fase histórica en la que su modelo estatal, político, económico y cultural estaba expirando. Un Estado obsoleto, caduco y envejecido y el esquema cepalista de la sustitución de importaciones agotado. Al mismo tiempo, su esquema político requería una profunda renovación de la democracia representativa y de partido. Un momento vital en la que CAP entendió a plenitud las circunstancias históricas nacionales y mundiales, por lo que era vital dar un viraje histórico a aquella Venezuela que estaba caducando. El político y el intelectual, CAP y Gumersindo Rodríguez, en el diseño de la Gran Venezuela y de una filosofía política y económica y el V Plan de la Nación para trascender la Venezuela rentista.
Los historiadores del futuro tendrán en sus manos la responsabilidad de evaluar con serenidad los alcances y los límites de ese ambicioso proyecto histórico como fue la liquidación del Estado rentista y la construcción de la Gran Venezuela con el fin último de echar a rodar la Venezuela post-rentista. Poner a Venezuela en el escenario mundial. Respeto y admiración por el político y el Intelectual, CAP y Gumersindo Rodríguez, dos visionarios, con sus aciertos y contradicciones, que se la jugaron con la historia para hacer de Venezuela una Ventana al mundo. Pensaron a Venezuela en el horizonte vital, en el tiempo, en el devenir, en la trascendencia.