Aristóteles, el petróleo y la filosofía (En conmemoración del Centenario del Reventón, 14 de diciembre 1922-2022)

0

 



Aristóteles, el petróleo y la filosofía
(En conmemoración del Centenario del Reventón, 14 de diciembre 1922-2022)

Ramón Rivas

Hasta ayer, el mito, la leyenda, la historia, la ciencia, lo jurídico, la cultura, lo político   y lo ideológico, fueron los  examinadores del oro negro. El petróleo y su importancia planetaria,  tiene sus días contados. La economía verde el futuro energético de la tierra. Venezuela, su mentalidad y praxis minera,  en su etapa final.  Sus ideas y creencias,  parte esencial de la cultura minera,  se disipa en el tiempo. Futuro. Tal vez  la situación  bélica,  provocada, por la invasión de Rusia a Ucrania  y el fin de la pandemia,  han generado   una demanda  de petróleo,  en el mercado mundial.  Un aliento  para Venezuela. Es decir, El mundo  retorna una mirada a esta pequeña nación caribeña,  por su abundancia de petróleo.   Un buen camino  para los EEUU regresar a esta tierra del oro negro.  En todo caso,  el planeta, las naciones  se mueven  hacia  la constitución de una economía verde  que  rompa con el parámetro geopolítico del petróleo, una amenaza para civilización occidental. 
Por tanto,  el  discurso nacional sobre el petróleo y sus  distintas  miradas y perspectiva,  en fase  final. Ahora le corresponde  una interpretación  del petróleo desde la filosofía  aristotélica. Una metafísica del  petróleo. Vayamos  a su encuentro.




 



Un intento por abordar el petróleo a la luz del pensamiento filosófico del pensador griego Aristóteles. Un intento. Para esto,  se examinó  sus   dos célebres textos: La Metafísica y la Física. Su propósito fue el de   develar su lenguaje filosófico:  un conjunto de nociones básicas  en torno al ente en cuanto ente, su naturaleza, su esencia, el modo como se muestra, sus primeros principios, sus primeras causas etc. Es decir, la filosofía primera, la metafísica. Dentro de ese marco filosófico,  se pretende  estudiar el fenómeno petrolero.  Así, pues, en las primeras páginas de su obra La Física, Aristóteles distingue dos tipos de entes: entes naturales y entes de la tecne. Los primeros, son el producto de principios y causas provenientes del orden natural; y, los segundos, son el resultado del conocimiento,  del saber. Por lo que en el libro II de La Física,  Aristóteles presenta con claridad y precisión estos dos aspectos, señalados anteriormente. 

Algunas cosas son por naturaleza, otras por otras causas. Por naturaleza, los animales,… las plantas y los cuerpos simples como la tierra, el fuego, el aire y el agua. Cada una de ellas tiene en sí misma un principio de movimiento y de reposo, sea con respecto al lugar, o al movimiento o al aumento o la disminución o a la alteración. Por el contrario, una cama, una prenda de vestir… son producto del arte, no tienen en sí mismas ninguna tendencia natural al cambio (Física, Biblioteca Gredo, España, 2002, 128-129).

De igual modo, para Aristóteles el ente  se muestra  de distintas maneras: como ousía, como accidente, en cuanto verdadero y según la posibilidad, la realidad y la cabalidad. Asimismo, para el estagirita existen cuatro formas del movimiento, a saber: 
1. Generación y corrupción como un solo tipo de movimiento. 
2. movimiento de cualidad.
3. Movimiento de cantidad.
4. movimiento de lugar. 
Y estas formas de movimiento, las caracteriza de la siguiente manera: 1. Transición de la dinami a la posibilidad. 2. Tránsito de los contrarios.3. Fenómeno de la privación y de la presencia. 4. búsqueda de las cabalidades.

Como se puede apreciar, para Aristóteles existen entes naturales, obra de la naturaleza; y entes de la tecne, obra del arte. Al mismo tiempo, se percibe  las múltiples formas  de cómo se manifiestan los entes y las maneras de cómo se expresa el movimiento y cuál es su naturaleza. De allí, una primera aproximación teórica para explorar el tema petrolero en la perspectiva filosófica de Aristóteles. Dicho de otra manera, el petróleo como un ente natural y como un ente de la tecne. Como ente natural, es el resultado de principios y causas provenientes de  la naturaleza; y, como ente de la tecne, fruto del saber, del conocimiento (derivados, carburantes y orimulsión). De igual modo, como el petróleo se muestra de diversas formas y como se manifiesta el tránsito del no ser al ser, de la dinami a la posibilidad, como causa del movimiento de un ente  que cambia con el tiempo.
Dentro de ese horizonte, el mito y la ciencia darían razones de un ente natural como el petróleo, algo determinado, que provoca asombro y admiración en la mirada inocente de un ente natural, como el hombre, que pregunta, que interroga sobre su origen y destino, causas, principios y entelergia. Es el reto y el desafío de este estudio para explorar la forma de cómo la filosofía  aristotélica propiciaría un camino para  comprender  la naturaleza del petróleo  como un ente natural y como se transformó en un  ente de la tecne.   ¿Cómo el  venezolano explica sus fundamentos  y como  lo develó a través del logos? ¿Cómo y cuándo alcanzó su plenitud y  cabalidad en la dimensión de un ente natural y un ente de la tecne?


Ahora bien, que nos dice Aristóteles del ente en cuanto a ente, su ser. Cómo aparece la pregunta, interrogando por la cosa; cómo patentizar lo que aparece y desaparece, el ser, el no ser. Pregunta acuciante para este filósofo que llegó en unos de los momentos más significativos de la filosofía en Grecia. Un momento  para dar un giro fundamental a la filosofía y marcar su destino en los tiempos venideros. En efecto, Aristóteles se convirtió en el primer historiador de la filosofía griega y asumió la gigantesca tarea de cimentar en forma sistemática las bases para una nueva filosofía: la metafísica. Esta ciencia trata de los primeros principios, de las primeras causas, el fundamento último de lo existente como totalidad. Una tarea difícil y compleja para un pensador, y unos discípulos excepcionales que recogieron en varios textos la obra filosófica de este pensador. El tejido filosófico de Aristóteles se muestra como un tratado de ontología: el estudio del ente en cuanto ente. Esto fascinó y cautivó a una de las mentalidades filosófica más importantes de nuestro tiempo: Heidegger. Al pensador alemán le correspondió la misión de revalorizar el pensamiento filosófico de Aristóteles.
Una vuelta a la ontología. En mi fantasía olfateo una ontología del petróleo. El tema de la ontología, la asumió responsablemente el filósofo alemán para examinar en su verdadera dimensión filosófica el estudio del  ser del ente. 
La filosofía de Aristóteles gusta por su sencillez, claridad y profundidad  en torno al eje medular de su quehacer vital: la ontología. Es decir, el estudio del ente en cuanto ente. Seguramente, Heidegger fue el primer filósofo contemporáneo que afincó su mirada en el pensador griego que desafió a los mitos, a los dioses y a los filósofos de la física, cuando se planteó edificar una nueva filosofía: la Metafísica. La pregunta última por la cosa, es la pregunta esencial que marcó y seguirá marcando el espíritu filosófico de Occidente. Cuál es esa pregunta considerada por Heidegger, como la pregunta vital de la metafísica, cuya pertinencia tiene que ver con la ontología. Esta es la pregunta: “Porque es en general el ente y no más bien la nada. Lo que simplemente no es y nunca fue ente. Y ente es lo que algo determinado, definido“(Hoyo, p. 94).
Según el filósofo colombiano Hoyo, Heidegger la consideró la primera pregunta de todas por su rango, ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
Por lo que Heidegger parte de la idea de que filosofar significa preguntar:

Filosofar significa preguntar: ¿Por qué es en general el ente y no es más bien la nada? Preguntar realmente significa pues atreverse a  agotar y a traspasar interrogativamente lo inagotable de esa pregunta, mediante el acto que pone al descubierto lo que ella exige preguntar. Donde tal cosa acontece, está la filosofía. (Jaime Hoyos Vázquez. Cuatro textos inaugurales para el curso de metafísica, Universitas Filosóficas. Santa fe de Bogotá Colombia, 1993, p. 87). 

Lo que representa la importancia filosófica de Aristóteles por cuanto despejó el camino para hacerse la pregunta más original, más profunda y universal con relación al ente del ser, su ousía. Sus primeros principios y primeras causas. Esa pregunta cicateó el ingenio del filósofo griego: ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

No cabe la menor duda, que Heidegger la consideró la pregunta fundamental, la más universal, la más original y  la más profunda. En efecto, el filósofo colombiano Vázquez Hoyo afirma que es la pregunta fundamental de la metafísica, según Heidegger: “Porqué es en general el ente y no más bien la nada”. Es la primera pregunta de todas las preguntas: por qué, por qué, por qué. Asimismo, es la más universal de las preguntas por cuanto abarca la totalidad de los entes tanto naturales como culturales. De igual modo, es la más original de las preguntas. 
¿A caso hay otra distinta a la pregunta Por qué, por qué, por qué?

Finalmente, es la pregunta más profunda, por cuanto comprende, en definitiva, el fundamento. 

El preguntar busca el fundamento para el ente, en cuanto siendo, es… Esta pregunta- por- qué no busca para el ente causas que sean de la misma especie o que sean del mismo nivel del ente… no se mueve o un terreno o superficie cualquiera, sino que penetra en los recintos que yacen en- el- fondo y por cierto hasta lo último, en el límite; se aparte de toda superficie y frivolidad al buscar lo más profundo (Jaime Hoyos Vázquez. “Cuatro textos inaugurales para el curso de Metafísica“. Universitas filosófica, 20 de julio de 1993, Santa Fe de Bogotá, Colombia, pp. 80-82). 


Dentro de esta perspectiva filosófica, se examinará  el petróleo como un ente natural y un ente, como resultado de la tecne  y se establecerá El origen y el destino de esa riqueza que transformó la vida del venezolano. Se trata, en definitiva, de la búsqueda de sus primeros principios y primeras causas, el fundamento último de un ente de la naturaleza y un ente del saber.  Un camino.

Reiteramos. Una filosofía primera que muestre el petróleo como algo determinado por la naturaleza y como algo determinado por la cultura. ¿Por qué? ¿Por qué? La pregunta vital. Por qué el petróleo es en general algo y no más bien nada. Es la búsqueda para determinar la razón última de su existencia en términos naturales y en términos simbólicos. El petróleo como totalidad que abarca lo natural y lo cultural. 


Por eso, consideramos esencial la filosofía como parte de la Metafísica cuyo objeto de estudio es la ontología. La Metafísica que estudia al ente en cuanto ente. Nuestro atrevimiento. Será posible una primera filosofía o metafísica del petróleo. La ciencia que estudia el petróleo como un ente en cuanto ente y como un ente en cuanto obra del arte. No llegamos hasta allá.  Más bien,  la de necesidad de promover una ontología del petróleo más particular y regional. 

Para Aristóteles, cabe una pregunta inicial ¿Cómo nace una ciencia que sus discípulos la denominaron metafísica que  se trata de la física. En la metafísica, Aristóteles despeja un camino para comprender la naturaleza de una ciencia que él llamó Física. Por cierto, inicia su reflexión con un célebre enunciado: “el hombre es por naturaleza desea saber. Esa actitud por conocer se expresa de distintas maneras: los sentidos, la experiencia, la memoria permiten descubrir cosas particulares. Sin embargo, es el arte y el razonamiento  los senderos para alcanzar la verdadera sabiduría que constituye la metafísica, la filosofía primera que trata de los primeros principios, de las primeras causas. 

Por eso, Aristóteles considera que: “la sabiduría, versa en opinión de todos, sobre las primeras causas, sobre los principios (M, p. 10). Esta ciencia, la metafísica, es una ciencia especulativa, más no productiva ni utilitaria. Es la filosofía, cuyo origen es movido “por la admiración”. (p. 14). En consecuencia, la metafísica, parte vital de la filosofía “contempla como objeto de estudio al ente en cuanto ente” (p. 14). Busca las primeras causas y principios sobre el ser del ente. 



Él, insiste que es “natural que el que más sabe acerca de los entes en cuanto entes puede enunciar los más firmes principios de todas las cosas. Y es el filósofo” (p. 166). De igual modo, Aristóteles nos habla de que el ente “se dice de muchas maneras” (p. 152). 

Dentro de ese orden de ideas, Aristóteles señala que el sabio que adquiere la filosofía primera es conocedor de las primeras causas. En tal sentido, vale la pena señalar las causas en el siguiente orden citado por Aristóteles: … las causas se dividen en cuatro, una de las cuales decimos que es la sustancia y la esencia (pues el por qué se reduce al concepto último, y el por qué lo primero es causa y principio); otra es la materia o el sujeto; la tercera, aquella de donde procede el principio del movimiento, y la cuarta, la que se opone a esta, es decir, la causa final o el bien (pues éste es el fin de cualquier generación y movimiento) (p. 19). 

Asimismo, Aristóteles en la Física nos amplía el panorama en cuanto a la naturaleza de el origen y el destino del ente en cuanto ente. Dicho de otra manera, detrás de esos primeros principios y primeras causas está el movimiento el fundamento que explica el tránsito del no ser al ser y del ser al no ser. De igual  forma, incorpora la noción de tiempo que no es igual al movimiento, pero que constituye parte esencial para explicar la presencia del ente como evolución y como desarrollo. El ente que se mueve, que es movido sujeto al incesante mudar del tiempo. 

En definitiva, el aparecimiento y desaparecimiento del ente como resultado del movimiento y del tiempo tiene que ver con la búsqueda de la perfección que significa actualidad y cabalidad. En unas de las páginas de la Física Aristóteles nos abunda sobre el movimiento y el tiempo, sobre su esencia, naturaleza y su relación.  

Tomando en consideración este breve y conciso marco teórico sobre la ciencia de los primeros principios, las primeras causas, la metafísica, la filosofía primera o su equivalente la física, en definitiva, revela un tratado sobre ontología que consiste en el estudio del ente en cuanto ente. Estamos convencidos que estas nociones provenientes en la reflexión filosófica de Aristóteles nos servirán para examinar el fenómeno petrolero desde esa perspectiva y  de allí la pregunta central para clarificar los primeros principios y las primeras causas de esta fuente de energía tan importante para el mundo de hoy. 

La pregunta vital es la siguiente ¿Por qué el petróleo es un ente en general en vez de nada? ¿Por qué el petróleo es un ente natural y un ente de la tecne?  Ese preguntar consiste en lo siguiente: ¿por qué? ¿Por qué?

Por tanto, se interpreta el petróleo como un ente que tiene un origen natural y un origen cultural como parte del conocimiento del hombre.  En ese sentido, un nuevo enfoque sobre el petróleo desde la filosofía de Aristóteles. Esa filosofía que es la filosofía primera, una ontología que nos permitirá develar un ente como el petróleo de origen natural y  simbólico. Es una aproximación desde el pensar filosófico para develar esa fuente de energía que se encuentra en los sótanos de la naturaleza y que se ha  transformado  a través  del saber, produciendo un ente de la tecne. Es desviar la mirada para olfatear desde el quehacer filosófico  una manera novedosa de interpretar el fenómeno petrolero. 

Le corresponde a la filosofía  iniciar una tarea gigantesca como es la establecer  los fundamentos y causas últimas sobre  la complejidad  de una riqueza como el petróleo concebida como un ente natural y un  ente de la tecne, fruto del  saber cultural  de los venezolanos. 













Tal vez te interesen estas entradas

Uso cookies para darte un mejor servicio.
Mi sitio web utiliza cookies para mejorar tu experiencia. Acepto Leer más