Sotero Pino Roque, el cronista digital del siglo XXI inmortalizó la ciudad de Cabimas (la cuna de la industria petrolera en Venezuela)

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Sotero Pino Roque, el cronista digital del siglo XXI  inmortalizó la ciudad de Cabimas (la cuna de la industria petrolera en Venezuela)
Ramón Rivas Aguilar
Sotero Pino Roque, el cronista digital del siglo XXI, un abogado,  un educador, un investigador social, un pintor, un poeta,  un escritor,  un fotógrafo, un articulista,  una pasión, un fervor, un amor por esa entrañable geografía que ha cautivado  y fascinado el ánima de quienes han nacido y vivido en ese entorno natural y humano, que representa la imagen de un bello y gigante arbusto: el cabimo. Un árbol,  de  profunda raíces,  en el corazón de los cabimenses.
Sin duda alguna,  un cronista digital, un historiador,  un estudioso del pasado del Cabimas de ayer y de hoy,  que     impulsó  una nueva forma de historiar   un pueblo, una ciudad,  producto del espíritu de sus hombres y mujeres, de su capacidad empresarial, cultural,  creativa e innovadora,  a lo largo  de   su propio proceso  histórico. Una batalla intelectual e historiográfica  ha realizado este cronista contra una manera de analizar la historia de Cabimas por académicos e historiadores,  que  la han presentado según Sotero Pino Roque de forma manipulada y distorsionada.
Su Blog “Cabimas: La gente  y su cultura”, revela  la plasticidad de un cronista para expresar  la riqueza   cultural   de una ciudad  que sigue siendo  enriquecida día  a día por el tesón  y la disciplina de Sotero Pino Roque.  Sus artículos, sus fotos, sus pinturas, sus documentales sobre esa ciudad, denotan la tradición y la modernización de una geografía  que le canta con sus gaitas al pueblo zuliano. Tengo  lazos profundos con  las ciudades y  los campos petroleros, del Estado Zulia,  por lo que siento admiración y respeto por este cronista, que evoca  épocas históricas  que tuve el privilegio de vivir entre  Lagunillas y Cabimas. Su libro digital Encuentro con Cabimas nos permite apreciar de cómo y de manera   nos conecta   con esa geografía con una toponimia hermosa,  en la que argumenta con espíritu crítico contra los falsificadores de la historia  de Cabimas. Es lo  más extraordinario que  he leído de un cronista sobre los orígenes de Cabimas,  en el  cual   utiliza  unos enunciados  que pone  en tela de juicio    la visión centralista sobre   la historia de Cabimas.

En primer lugar, parte de la idea de que “Cabimas no fue  ni habitada ni fundada por los indígenas.”  Sus estudios y análisis sobre  esta  hipótesis son   convincentes Asimismo, un duro golpe  para los que  añoran una supuesta base tribal e indígenas en  Cabimas. En segundo lugar,  nunca fue fundada”. Una muestra son  sus investigaciones  que rompe  con el viejo esquema de una supuesta fundación de Cabimas”. Sobre el punto, arroja unas cuantas razones  que se encuentran en  sus diversos estudios sobre el tema. En tercer lugar, no niega que  “Cabimas  si fue ocupada por los españoles,”. Y, finalmente, El  punto central alrededor de este aspecto tan complejo de abordar, el cronista digital del siglo X, Sotero Pino Roque,  devela la naturaleza histórica que define a la cuidad de Cabimas: “Por lo tanto, su origen es religioso,  más no una fundación religiosa, porque no hay un  acto protocolar como mandaban   las reglas  generales de España. Nunca fue fundada por los españoles.”. Ocupada, sí. Una  interpretación  que nos permite entender en toda su complejidad histórica  de Cabimas desde  una perspectiva religiosa.  Es su connotación    esencial: su  religiosidad y  espiritualidad que ha permanecido en el tiempo. A pesar de los avatares históricos, como resultado de las fuerzas de modernización impulsada por la dinámica petrolera, la ciudad de Cabimas, sus hombres y mujeres,   no dejan de recordar   su bello  pasado    en el presente  y lo proyectan en el horizonte   de su  gigante cabimo. Tradición y modernización,   de una ciudad,   que juega  con delicia entre   el ruido de los taladros, la fiesta de la Virgen del Rosario y  el baile de San Benito al son  de su  religiosidad, en un entorno natural y humano,  donde las gaitas   expresan  el corazón de la vida cultural del cabimo.
En fin, Sotero Pino Roque,  cronista digital del siglo XXI, su  mirada se agiganta en el tiempo  con esa hermosa obra cultural sobre  Cabimas,  que riega    con  sus escritos, imágenes y pinturas, mediante     esas plataformas virtuales y digitales  que recogen  en un instante divino y placentero  el presente, el pasado  y el futuro  de la cuidad de Cabimas. Gracias a este cronista, modesto, sereno, laborioso, disciplinado,  con su ánima,  su corazón  y su cuerpo  ha logrado una hazaña histórica en el Estado Zulia. Retornar  al pueblo zuliano la grandeza y la belleza  de la cuidad de Cabimas, cuya naturaleza está arraigada en lo más  profundo   de su geografía: La religiosidad del cabimo,  El cabimo, el taladro, la virgen del Rosario,  san Benito,  las gaitas,   todo en una mutua inmanente. Sotero Pino Roque.  Tu ánima en el  corazón de Cabimas.  Con el método histórico  has roto el viejo paradigma  de hacer historia académica y oficial  y has  dejado  en  las brisas del lago una nueva mirada sobre la historia de Cabimas. Por supuesto, sin negar los aportes  importantes de aquellos colaboradores  que participan en las Crónicas de Cabimas (20-1-1954),  director  Rafael Rangel, quienes dan unas pinceladas en distintas miradas y  perspectiva sobre la vida cotidiana de hombres  y mujeres en el  quehacer vital que despliegan en el   tiempo. Historia y geografía en  la que  conecta  en un instante el pasado y el futuro desde el presente de aquellos que hicieron historia que enaltece la grandeza cultural de Cabimas. Cronistas,  como  Rafael E. Rangel  Trujillo, Jorge Trujillo Durán, Nelson Marcano Urribarri, Sotero Pino Roque, Prof. Josefa  López Urdaneta, Néstor Luís  Pérez Borges Borjas, Armando Clark,  entusiasman  con sus relatos y anécdotas  la vida  de una ciudad que le canta   a su lago y   a su bello arbusto Cabimo.  El ánima  de la ciudad de Cabimas en  sus hombres y  en sus mujeres. Instantes divinos. El placer  de recordar la magia y el misterio  del Cabimo, con sus hombres, sus tierras,   con sus taladros, balancines,  con su  virgen del rosario, su san Benito,  entre el juego inocente  de las brisas del lago  y el  chispeantes  relámpago del Catatumbo.

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