Gumersindo Rodríguez y Rómulo
Betancourt: dos políticos, dos intelectuales
Ramón Rivas Aguilar
Leí con interés los dos
libros de Gumersindo Rodríguez titulados: Rómulo Betancourt y la generación
política de 1958 y Rómulo Betancourt y la siembra del petróleo: Principales
escritos de economía política 1927-1976.
Un aporte significativo a la historiografía venezolana. Por un lado,
revela la trayectoria política e intelectual y el papel en la dinámica
económica de un país que dio un salto cualitativo sorprendente en el primer
gobierno de CAP. De igual modo, la labor intelectual en la década de los
sesenta con sus artículos en prensa donde asesoró y recomendó soluciones a los
problemas económicos del país bajo gobiernos democráticos. Se interpreta la
idea que la subversión marxista fue un error histórico. A partir de esa
reflexión política, utilizó la prensa nacional como la Esfera, La República y
el Panorama para escribir un conjunto de artículos en torno a la estrategia
económica del país: Estado, planificación, industrialización y reforma agraria.
Estudió economía en Londres, con énfasis en los diversos enfoques de la teoría
económica y el crecimiento económico que le permitió constatar, comparar y
examinar cómo y de que manera se formó la génesis del pensamiento económico de
Don Rómulo Betancourt. Una formación económica
profundamente autodidáctica.
Fue vital para él estudiar la importancia
histórica del partido laborista y su incidencia en el gobierno de Raúl Leoni. En
La Revista Momento y Elite apareció un conjunto de artículos sobre la conducta
colectivista y totalitaria de Raúl Leoni. Por ejemplo, un título que decía lo
siguiente: “Venezuela va hacia el comunismo”. Pregunto: ¿tenía el gobierno de
Raúl Leoni tendencias laboristas? En todo caso, a pesar de estar en el extranjero nunca se
desligó del destino histórico del país en la que AD fue su protagonista
fundamental. Como sabemos, asesoró la campaña electoral tanto de Gonzalo
Barrios y el de Carlos Andrés Pérez en
torno a sus programas económicos. En cuanto al segundo, el V Plan de la Nación
que usted diseñó para la constitución de un nuevo país representó la configuración
de un poderoso capitalismo de Estado que, lamentablemente, el gobierno de Luis
Herrera no comprendió. Ese vasto programa económico que se descubre en el V Pan
de la Nación, se configuró un capitalismo de Estado con el propósito de romper
el monopolio político y empresarial de la vieja sociedad y la de democratizar
su excedente económico hacia la constitución de nuevos grupos empresariales.
Lamentablemente, el país político y económico no percibió los cambios que se
estarían fraguando con un nuevo modelo de desarrollo económico. En fin,
Gumersindo Rodríguez un hombre que política e intelectualmente se comprometió
con el destino de nuestra nación. Por eso, su primer libro recorre sus orígenes
políticos e intelectuales, su vinculación con AD, su trayectoria en el proceso octubrista,
su vida en el exilio y su entrada en la década de los sesenta y su vuelta a AD.
Se perciben en esas páginas que tuvo una vida política intelectual bien
interesante entre 1960 y 1970. En ese primer libro, su primer artículo “El
hombre, primera riqueza” perfila la importancia del segundo libro: Rómulo
Betancourt y la siembra del petróleo. En esas seiscientas páginas recoge con
precisión y en forma sistemática la génesis del pensamiento económico de Rómulo
Betancourt desde 1927 hasta 1976.
Cabe preguntarse ¿Por qué hasta 1976?
Acaso Rómulo Betancourt no continuó estudiando los temas económicos y petroleros
hasta su muerte en el año de 1981? ¿Es el año 1976 una ruptura histórica con el
primer gobierno de CAP? Betancourt y otros seguidores cuestionaron el modelo
del V Plan de la Nación porque consistía en un
modelo del desarrollismo que no se había preocupado por el capital
humano.
Tuvo el privilegio de conocer a Rómulo
Betancourt y logró con maestría hilar y relatar cómo y de qué manera se fue
desarrollando el pensamiento económico de Rómulo Betancourt desde los temas
económicos del marxismo y del leninismo hasta ver en el horizonte cuán
importante fue para Betancourt para el crecimiento económico de una nación:
desde del capital de Marx, la tesis imperialista de Lenin hasta el capital
humano se puede sintetizar la trayectoria del pensamiento económico de Don
Rómulo Betancourt que usted logra precisar con destalle en las páginas del
libro. Además, considera cómo Betancourt asumió con espíritu crítico la teoría
económica del marxismo y del leninismo y no asumió una conducta dogmática
frente a los problemas económicos de América Latina y de Venezuela. Resalta así
cómo Betancourt puso toda su fe en su país para enrumbarlo hacia la democracia
y el capitalismo con reformas políticas y económicas y así lograr el bienestar
material y cultural de los venezolanos.
El
Estado, la planificación, la democracia, el capitalismo y su agente vital: el
capital humano, como un todo único y orgánico en el pensamiento de Rómulo
Betancourt. Una tarea histórica que asumió el líder de AD con voluntad, con
disciplina, con estudio, con investigación, con acción, amor y pasión. Reitero
que Gumersindo Rodríguez en su segundo libro destaca la idea de Betancourt que el capital humano era esencial
para el desarrollo económico. Una población con buena salud, con buena
educación, con buena cultura y una infraestructura en el buen sentido de la
palabra constituía las bases del crecimiento económico. Esta dinámica era
viable en el marco de instituciones libres. El Estado y la planificación
básicos para promover la democracia, el capitalismo con relevancia vital del
capital humano. Otra reflexión que se aprecia en este libro era que Sembrar el
petróleo para Betancourt fue la formación de capital humano como fundamento de
la democracia y del capitalismo. Esta idea sugerente y hermosa de Betancourt,
se puede considerar que anticipó a los más célebres economistas de los sesenta
y setenta sobre el papel del capital humano en la vida material de los pueblos.
La experiencia de Gumersindo Rodríguez en Europa y estudiar a los más grandes
pensadores de la economía pudo constatar esa idea sobre el pensamiento de
Betancourt.
Por
otro lado, las estadísticas históricas que se observan en esta obra es una
muestra de alguna manera entre la correlación del capital humano y la economía.
En otro orden de ideas, los prólogos tanto del novelista Francisco Zúñiga como
la de su hijo Francisco Rodríguez tienen un contenido afirmativo, positivo y de
mucha fe en el destino de nuestra nación.
Además, utiliza en muchos
de los capítulos ese gran poema de Andrés Bello para significar el sentido
cultural, la visión optimista y civilista que impregnó el espíritu de fe para la
constitución de una Venezuela civilista y democrática en la que Rómulo
Betancourt es su máxima expresión.
En fin, es el legado
histórico que deja Rómulo Betancourt a las próximas generaciones que tengan
como misión sagrada forjar una Venezuela acorde con su espíritu libertario e
igualitarista. La siembra del petróleo de ayer y la siembra del petróleo del
futuro significarán la apuesta de los gobernantes en la profundización,
consolidación y fortalecimiento del capital humano dentro del marco de una
Venezuela civilista, más justa y más equitativa.
En fin, estas dos obras
de Gumersindo Rodríguez llevan el sello de un hombre que admiró, respetó y combatió
en un momento determinado la Figura de Rómulo Betancourt. Escribió esos dos
libros para el futuro, para la posteridad como lo dijo en una oportunidad Tucídides
en la historia de la Guerra del Peloponeso: la escribo para la inmortalidad.