1914: Una encrucijada política para Venezuela. Algunas
consideraciones
Ramón
Rivas Aguilar
1914: una encrucijada política para
Venezuela. Un libro ejemplar del historiador trujillano Alexis Berríos. Una
reflexión histórica sobre un punto álgido de la historia Contemporánea de
Venezuela como lo fue el año de 1914. Una fecha vital con implicaciones significativas
en la historia universal y en el destino de un país, como muy bien lo describe Alexis
Berríos a lo largo de su libro, en la que el gobierno de Gómez sorteó con inteligencia y sentido
común la complejidad internacional para insertarse en ella sin prejuicio y sin
complejos. Ante esta circunstancia, el
gobierno de Gómez adoptó una política
correcta ante la historia. Atrás
quedaron los resabios de un nacionalismo primitivo que aisló al país del mundo
internacional.
¿Cómo abordó el historiador Alexis Berrios Berríos este
tema tan espinoso en la historiografía nacional? Lo hizo sin apasionamiento. Para
esto, retomó la frase célebre del filósofo español Ortega y Gasset pronunciada
en el año 1914: Yo soy yo y mi circunstancia. Es decir, Juan Vicente Gómez y unas
minorías creadoras estuvieron en sintonía con los retos y desafíos que
demandaba la nación y el mundo. 1914 marcó el fin del caudillismo, el
fortalecimiento del Estado moderno y la apertura hacia el mundo internacional. En ese sentido, Juan Vicente Gómez estuvo
conciente del papel de los Estados Unidos en las nuevas relaciones
internacionales y de la necesidad de promover una diplomacia audaz, inteligente
y pragmática para conciliarse con el capitalismo sin afectar la soberanía
nacional. Es cierto, el imperio requería
de petróleo y mercado para sus bienes
y servicios; pero, también es cierto que el país necesitaba paz y seguridad
política para impulsar la riqueza pública y destruir los residuos del
caudillismo que impedían la construcción de un Estado moderno. En efecto, entró
el juego de la negociación entre el gobierno de Gómez y las distintas naciones
del primer mundo. El fin último, satisfacer las apetencias imperiales y
preservar la estabilidad política y soberana de la patria, cuyas consecuencias
marcaron el destino de una nación que se embarcó
en un proceso de modernización en un marco
de paz y seguridad. Fue el toque
final de la guerra civil y el
camino hacia la construcción de una nación a tono con los tiempos históricos.
Precisamente, el libro de Alexis
Berríos Berrios logra con las fuentes a la mano y el tino de su pluma demostrar
fehacientemente este aspecto. Insisto, en este libro se aprecia un juicio
histórico justo y equilibrado sin la carga de culpabilidad a la que nos tienen
acostumbrados los historiadores cuando examinan la política exterior del
gomecismo.
Mantuvo la serenidad para estudiar un
punto clave de nuestra historia sin el resentimiento de aquellos que vieron en
Gómez la bestia de Los Andes y el títere del imperialismo petrolero. Se trata
de comprender. Es lo más importante para cualquier historiador. Viene a mi
mente un bello párrafo del filósofo Paul Ricoeur que resalta esa consideración:
No podemos encerrarnos en el discurso de la
culpabilidad. Nuestra tarea, hoy, consiste en comprender. Tenemos que penetrar
en lo que hicimos, en lo que no hicimos y en lo que sufrimos: creo que debemos
salir del discurso jurídico del crimen y la culpa.
Ese es el camino correcto a seguir
por el estudioso de los fenómenos históricos. Fue el camino que recorrió el historiador Alexis Berríos en su libro para
desentrañar la complejidad de esta fecha que estremeció los fundamentos de la
civilización occidental y abrió la posibilidad de que Venezuela participara
decididamente en el juego de las relaciones internacionales. En esta
perspectiva, uno de los más audaces diplomáticos del gomecismo, el pensador
César Zumeta, anticipó el escenario político, económico e ideológico que se
generaría a partir de 1914. Así lo hizo
saber al General Juan Vicente Gómez en una célebre carta que envió desde
Europa. Mi General:
Comenzó una nueva era en la historia. Nada contendrá
el nuevo orden social. Contra este género de explosivos toda presión y rigor
son inútiles. Lo único de este guerra mundial importa es lo que vendrá después
de ella. Se trata de un duelo entre la púrpura de los reyes y la blusa del
obrero. Triunfará la blusa. General, comienza la más tremenda guerra económica.
Las naciones mayores necesitan pagar sus fabulosas deudas y clamar sus
problemas sociales, con lo que se produzcan sus industrias y se preparen a no
importar si no lo que se pueda producir, a defenderse contra la invasión del
capital y la industria de sus rivales; a explotar mercantil, industrial y
financieramente los mercados extranjeros. Para esto se organiza cada nación por
estrecho acuerdo de los gremios del gobierno, en una inmensa corporación sin
más política que la de obtener materias primas para sus industrias, abaratar su
producción y ensanchar cada día más el comercio externo (Boletín del Archivo
Histórico de Miraflores, nro. 52.58, 1968,1969, p. 179)
Además, la portada del libro revela un
retrato hermoso, colorido y diverso de
Finalmente, este libro es un intento
de un historiador por develar con
criterio ecuánime y racional la
naturaleza y el significado del año de 1914 y su impacto en un liderazgo y un
colectivo que se planteó la
modernización del país y la preservación de su soberanía ante los factores
imperiales. Un militar, una élite política y miles de hombres y mujeres
lograron tan gigantesca tarea histórica: construir un Estado y una
diplomacia en sintonía con los nuevos
tiempos. Por tanto, celebramos este libro del historiador Alexis Berríos Berríos
por constituir un aporte fundamental a los estudios históricos de un tema y una
fecha que transformó el destino de la civilización occidental y el destino de un pequeño país, ubicado al norte de
Hoy, 2024: Una Encrucijada Política
para Venezuela. Un reto político de gigantescas implicaciones para el porvenir de la
civilización Occidental y su impacto
en el destino de una nación que
busca con afán su libertad para echar los cimientos
de la República, del liberalismo,
de la civilidad, del federalismo, del libre mercado y una
política exterior audaz, inteligente con el mundo libre.