Juan Pablo Pérez Alfonzo: Padre de la OPEP (1960-2023)

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Juan Pablo Pérez Alfonzo: Padre de la OPEP (1960-2023)

 

Ramón Rivas Aguilar

A

José Manuel Briceño Monzillo                                       

Un maestro  que picoteó en nuestras ánimas la grandeza histórica de Juan Pablo Pérez Alfonzo. Nos abrió el camino  sobre   los temas petroleros en   en aquellos años setenta en el  que el  planeta  hervía en el caldero del oro negro. En esos días  cruciales para el destino de la historia universal impartió  un seminario sobre la historia  del petróleo en Venezuela y su rol  en la geopolítica del petróleo,  que en la mirada del Juan Pablo Pérez Alfonzo  transformó el panorama  mundial. Eterna gratitud  para este maestro que mostró cosas hermosas y amó profundamente a Venezuela y dejó en generaciones  y generaciones  el resplandor del oro negro.

 

El 14 se septiembre del 2023  se cumplieron  63 años de haberse fundado la Organización de  los Países Exportadores  de Petróleo (OPEP). Un acontecimiento histórico, que se dio en la ciudad de Bagdad, Irak. Participaron en ese convenio cinco países: Irak, Irán, Kuwait, el  Reino Saudí Arabia y la República de Venezuela. El Convenio de Bagdad,  fue ratificado  por Venezuela, el 31 de septiembre de 1960. En ese orden  ideas, fue aprobado los estatutos de la  OPEP, en la cuidad  Caracas,   en el año de 1961.Una hazaña histórica  en la que jugó  un   papel estelar el abogado    y  experto petrolero  Juan Pablo Pérez Alfonzo (1903-1979). Por esto,  se le considera el padre de la OPEP.

 Pérez Alfonso, un abogado y un  político,  uno de los  fundadores de Acción Democrática,  se dedicó  desde muy temprano al estudio de las cuestiones jurídicas. Fue Don Rómulo Betancourt  su mentor político e intelectual que  lo persuadió hacia el estudio   de  la cuestión petrolera  para comprender  la naturaleza de los procesos históricos que se estaban   desplegando en la Venezuela del siglo XX. En efecto, no se podía comprender la Venezuela del siglo XX sino se entendía el rol  del petróleo  en la vida nacional. De allí, sus inicios en el debate  nacional sobre el anteproyecto sobre la Reforma Petrolera de 1943, con el célebre documento El voto salvado (1943). Un  documento histórico en la que tuvo un papel significativo Don Rómulo Betancourt. En ese texto,   se examina con espirítu crítico  los alcances y los límites de la ley que fue promulgada en el mes de marzo de 1943.

 

Dentro  ese horizonte vital,   el 18 de octubre de 1945, una revolución política,  una revolución que sentó  los cimientos de la democracia,   un escenario político   que compartió Pérez Alfonzo  como Ministro de Fomento. Así, en el año de 1947  presentó una nueva política petrolera   en el  marco  de la ley de la reforma petrolera, con algunas innovaciones de importancia que resultaron polémicas y de gran discusión sobre los alcances para el país.  Una política petrolera  que él  llamaría el pentágono petrolero   que  desarrolló a lo largo  de la revolución de octubre, en el exilio y en la era democrática. Las cinco  líneas  que marcaron  la política petrolera de AD  y sus gobiernos democráticos hasta la nacionalización  de la industria  petrolera  del país el 1 de enero de 1976, a saber: Participación Razonable; Comisión Coordinadora de la Conservación  y el comercio de Hidrocarburos; Corporación Venezolana de Petróleo; No más Concesiones y Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Sobre esta temática, ver  su libro El Pentágono Petrolero (Ediciones Revista Política, 1967).

Así,  como Ministro de Minas e Hidrocarburos (1959-1963),  el abogado y experto petrolero Pérez Alfonzo,  se erige  en la figura política  más importante   para echar las bases  más importante para la constitución de la OPEP  con el fin de proteger los precios del petróleo en el mercado mundial ante el descalabro y la desintegración de la industria petrolera a nivel mundial, a partir de 1958. Así, se inició un debate político e intelectual  en el Congreso Nacional sobre la necesidad  de fundar  la OPEP. Allí, el hombre,  temido por las compañías petroleras,  el gran protagonista: Juan Pablo Pérez Alfonzo. Un disciplinado Militante de A.D., en esa faena histórica que logró materializar  aquel 14 de septiembre de 1960. Una hazaña política cuyas repercusiones en el escenario  internacional  fueron importantes  para el desarrollo del nacionalismo en el tercer mundo ante los vastos imperios del oro negro.  

En perspectiva histórica, la OPEP fracasó en  la primera década de los sesenta, al no lograr  el control sobre el  manejo de los precios y  la producción de petróleo. Eran  países miembros propietarios de tal recurso valioso para la maquinaria mundial. Por esa condición recibía regalía e impuesto sobre la renta, ingresos importantes para impulsar el desarrollo nacional. Simbargo, el panorama nacional e internacional  cambió radicalmente favoreciendo a los países miembros de la OPEP para  asumir el control  soberano sobre la  industria petrolera. Fue la era de las nacionalizaciones,  cuyas implicaciones transformó la naturaleza de los países de la OPEP. Así, países propietarios, se convirtieron en productores capitalista, es decir, producir y vender en el mercado petrolero internacional. Dejaron de ser rentistas  para erigirse en empresarios. Lo que les permitió en el tiempo convertirse en  un cartel como lo fueron las siete hermanas. Esto, dio un peso importante en el mundo petrolero mundial. De  igual modo,   esas naciones con una inmensa acumulación de ingresos, derivados de sus industrias petroleras, muchas de ellas, los orientaron hacia la constitución de una forma  de capitalismo financiero de  alcance mundial. Basta revisar hoy algunos fondos soberanos para apreciar con detalle tal afirmación. Una tendencia histórica hacia  la inversión de activos financiero  como parte de una estrategia para prepararse hacia la constitución de un mundo  no petrolero. Asimismo, estos países están invirtiendo en fuentes alternas de energía, salud  y  otras actividades como parte  de la dinámica del nuevo milenio.

Esta disgregación tiene una importancia capital para considerar la relevancia histórica de Juan Pablo  Pérez Alfonzo como el artífice  de la fundación de la OPEP, cuyo resultado influyó en las relaciones políticas, económicas y geopolíticas  mundiales.

Por ello, son elocuentes las palabras del escritor, novelista y cuentista venezolano Arturo Uslar Pietri,  sobre la figura histórica de Pérez Alfonzo  y su proyección en el escenario mundial: “Pérez Alfonzo  contribuyó  a transformar  el panorama político y económico del mundo. Por eso debe considerársele  como uno de los hombres más importantes  de estos tiempos, a escala universal. No hay duda de que él fue  en grado decisivo  y fundamental,  el fundador de la OPEP. La idea  de reunir  a los países  exportadores  de petróleo, dentro de un acuerdo  de defensa de los precios del petróleo  y unificación  de la política,  fue suya ante que nadie” (El Nacional, 1979).

Dentro de esa mirada,  Abdulah Al Tiriki,  cofundador de la OPEP,  describió la personalidad de Pérez Alfonzo  de la siguiente manera: “Hábito de pensamiento profundo. Lealtad absoluta  hacia su propio país,  hacia los humanos,  la integridad  y la capacidad  de saber obviar  las trivialidades. Principios nobles”. Más, adelante,  nos habla  del hombre que trascendió para convertirse en la figura histórica de más relieve en el panorama mundial: “Su tamaño  están grande  como la vida  y Venezuela está en  deuda con él por su empuje tenaz en defender  sus intereses  y preservas sus recursos  naturales. Venezuela,  los países  latinoamericanos, y nuestros países de la nación Árabe y del Medio Oriente  y todos los miembros de la OPEP,  recordarán  siempre   a Pérez Alfonzo  como el hombre  que los  ayudó  en despertar  desde 1943 y facilitó el camino  para la utilización  de sus  recursos naturales   y la preservación de estos recursos  de una vil explotación. Si no  hubiera  sido por la presencia  del distinguido  Pérez Alfonso al timón del Ministerio de Minas  e Hidrocarburos  a fines de los años 50  y principio de los sesenta, el establecimiento  de la OPEP en el verano  de 1960   no se hubiese realizado (El Nacional. P.D-2,5-9-1979)”.

 


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