María Corina Machado. Ya ganó

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María  Corina Machado. Ya ganó

Ramón Rivas Aguilar

 

Un poco de historia. 1999, una fecha histórica  que marca una nueva etapa política en la vida nacional. En efecto, se promulgó una nueva Constitución, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que establece una base normativa en la que se consagra el rol del estatismo, del intervencionismo y del planismo como agente fundamental de un modelo de desarrollo de carácter humanístico y compatible con  las tesis en  boga de la sostenibilidad. Al mismo tiempo,  un esquema de gobernabilidad  con los cinco poderes y un tipo de democracia participativa, protagónica y plebiscitaria. Un modelo de tal naturaleza,  en el tiempo  acentuó el rol de estatismo hasta alcanzar una forma de organización de contenido socialista, colectivista y comunal. La consecuencia de esa forma de ejercer el poder  de la política, de la economía y la cultura fue   la demolición de la república  con todos los impactos  en la vida nacional. Un modelo político e ideológico anticapitalista, antiliberal, anti-mercado, antirrepublicano y anti civilista, con la intención final de convertir  a los venezolanos  en un rebaño al servicio  de la cultura del subsidio. Es decir, significó el fin de la libertad,  del individualismo y de lo que tiene que ver con el espíritu  de empresarialidad, de creatividad e innovación que define  la naturaleza  del ser humano. Esto condujo a la nación  hacia un proceso de estatización hasta liquidar todo rasgo de individualidad.   

Los venezolanos nunca imaginaron lo que iba a significar  para el porvenir el que el ideal socialista socavara las bases del republicanismo y se aliara con toda una plataforma ideológica  de carácter planetario. Una alianza global  con los enemigos  de la República y del capitalismo. Peor aún: Venezuela dejó de ser un país petrolero  y  perdió  su rol histórico en el escenario geopolítico de las energías. En tal sentido,  fue un largo proceso de aprendizaje histórico  que permitió comprender  la esencia  de un proyecto político  que  haría de ellos una ficha al servicio del estatismo. Lamentablemente, hay que señalar que  la democracia  venezolana  contribuyó  a robustecer   el papel  estelar  del estatismo, cuyas consecuencias  históricas hoy se puede apreciar.   El estatismo abrió los caminos hacia el autoritarismo y las formas  que se adoptaron  con los  ideales del socialismo, del colectivismo y  del esquema comunal.

 

Pues, bien, hoy  la nación vive un colapso estructural. Fracasó el modelo  colectivista y comunal. Lo maravilloso es que ante  esta tragedia histórica germina en el ánima del venezolano su fervor  liberal, libertario, republicano y civilista, que recoge con tanta fe, entusiasmo   y esperanza  el liderazgo político  que encarna  María Corina Machado.  Ella, significa un verdadero milagro en la historia política de Venezuela con una fuerza histórica, con una  fuerza moral, con una fuerza política y con una fuerza intelectual que expresa sin temor en su discurso la necesidad de restituir  los fundamentos   del republicanismo, del liberalismo,  del civilismo,  del federalismo y del libre mercado. Estos postulados representan  la esencia  de nuestro quehacer  histórico nacional.  Es  la vena, la sangre y el fuego  del republicanismo anclado en lo más profundo de nuestro ser histórico eterno, sagrado e inmutable.  En otras palabras, se agiganta la mirada del Juan Bautista Alberdi en la Provincia de Venezuela, Tierra de gracia en el teólogo, jurista y sacerdote, padre del republicanismo y del liberalismo: Juan German Roscio, que bebió de la Biblia de Juan de Mariana y de la Escuela de Salamanca el espíritu liberal y libertario de Eloim y de Cristo. Levantar las banderas del republicanismo y del liberalismo, en la Venezuela de hoy, es faena política e  intelectual  que ha logrado  María Corina machado  a lo largo y ancho  de la Provincia  de Venezuela.  

Asimismo,  ha propinado  una derrota  cultural a la visión machista acerca del papel de la mujer en el quehacer vital de Venezuela. Ella representa la mujer venezolana luchadora, tenaz, gallarda y corajuda. Oportunas son las  reflexiones filosóficas  de Ortega y Gasset, en su obra Estudio sobre el amor,  sobre  lo  que  ha representado  la mujer  en la historia Universal. De igual modo,  el historiador venezolano Manuel Caballero,  en unos de sus tantos trabajos,  señala que unos de los grandes  aportes  de la Venezuela del siglo XX fue la incorporación   de la mujer   a la vida   política, económica, social y cultural de la nación.   

De igual modo, ha impulsado un movimiento  político de naturaleza liberal, llamado Vente Venezuela,  lo revela su capacidad política para promover un vasto  movimiento  nacional  en defensa  de la República  del ciudadano, del liberalismo, del  federalismo  del capitalismo. No cabe la menor duda  que las primarias  serán objeto  de su  gran victoria lo que impactará la política en toda la geografía venezolana y se proyectará hacia América Latina.   Sin duda alguna,   María Corina Machado,  una fuerza histórica  que será indetenible e imbatible. Abrirá desde la Provincia de Venezuela  una nueva  etapa  en nuestro quehacer vital. Es por ello, que con María Corina Machado será hasta el final y con ello Venezuela ya ganó.

 

 


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