María Corina Machado: liberalismo, federalismo y libre
mercado
La Venezuela liberal
Ramón Rivas
Aguilar
La Provincia de
Venezuela vive la crisis histórica más
significativa de su quehacer vital. Por un lado, el agotamiento de un modelo político, económico y cultural de origen
estatista, socialista, colectivista y comunal cuyo fundamento último descansó
en el modelo petrolero. Y, por el otro, los primeros signos dispersos e
indeterminado de una dinámica de
mercado. Es el inicio del fin de la cultura
del subsidio y la génesis del espíritu de empresarialidad. Es el tema de
nuestro tiempo.
Es vital
promover la batalla
cultural contra el estatismo, el intervencionismo
y el planismo responsables del desastre histórico de la Provincia de Venezuela.
Al mismo tiempo, impulsar las ideas del
liberalismo, de la libertad, del capitalismo,
del libre mercado y del federalismo como
las fuerzas-ideas que estimularán el
progreso material y espiritual de la nación. En tal sentido, el papel de las
ideas es de una importancia vital para
persuadir a los venezolanos de los estragos históricos que produjo
el estatismo a lo largo del siglo XX venezolano, cuyos
resultados están a la vista: la bancarrota material y espiritual del país.
Asimismo, la idea del liberalismo, de la libertad, del libre mercado y del federalismo son los temas
centrales que se ha de impulsar a lo largo y ancho de la geografía nacional.
Es el signo histórico de unos tiempos de tanta complejidad y de tanta
incertidumbre. Sin embargo, es la más bella aventura histórica que asumió el liderazgo político de María
Corina Machado, una fuerza moral,
instalada en el corazón de cada uno de
los venezolanos que aman la libertad y rechazan
la esclavitud y la servidumbre
del estatismo, del Estado Leviatán que pretende
liquidar los atributos del individuo, los atributos
de la libertad y de la empresarialidad elementos que definen la naturaleza del ser humano. Es decir, su
destino vital está en ser libre y asumir los retos y desafíos que emanan de sus propios actos
como individuos sin la injerencia del intervencionismo. Somos dueños de nuestro propio destino vital. El liberalismo que significa el irrestricto respecto de los proyectos de
vida del otro sin causar daño físico y
moral al otro, en palabras del
prestigioso economista liberal argentino
Alberto Benegas Lynch jr. La no
agresión, como el fundamento filosófico
que expresa la esencia de la convivencia pacífica y voluntaria de los ciudadanos sin ningún tipo de violencia. En todo caso un tipo de violencia pasiva para preservar los derechos naturales del
hombre y
en un marco, en un ambiente libre
en la que pueda generar riqueza material y cultural a través de procesos de
mercado, del intercambio, de la división del trabajo, del dinero y de la
propiedad privada. Un Estado lo menos ingerente en la vida de cada persona. Como
diría el liberal, el libertario y el anarcocapitalista, Javier Milei,
Presidente de la República de Argentina: achicar el Estado. De eso se trata. Aquí
en Venezuela, liberar al venezolano del peso del estatismo con el fin de potenciar toda
su capacidad empresarial,
creativa e innovadora para generar
riqueza sin los esquemas de
regulación y control. Todo un engranaje y tejido estatal que impide al
venezolano propiciar su espíritu de
empresarialidad, esencia de la naturaleza humana. Liberar al venezolano del peso del Estado, es el reto gigantesco político e intelectual
que tiene en sus manos María Corina Machado.