José García Quintero: Pionero y fundador de la cátedra de Relaciones Internacionales e interamericanas en la Escuela de Historia de la Universidad de Los Andes

0

 


José García Quintero: Pionero y fundador  de la cátedra de Relaciones Internacionales e interamericanas en la Escuela de Historia de la Universidad de Los Andes

 

Ramón Rivas A.

 

El señor obra misteriosamente. En algunas oportunidades, en el jardín de las brisas, de repente emergen recuerdos caóticos e imprecisos sobre amigas, amigos y familiares que dejaron esta tierra, pero que siguen merodeando en nuestras conversaciones cotidianas. En medio de  la batalla gigantesca que se gestó en el Golfo Pérsico entre el imperio y el fundamentalista Saddam Hussein, vino a mi memoria las clases de relaciones Internacionales e interamericanas, impartidas por ese maestro de caminar silencioso y de mirada profunda: José García Quintero. Sus colegas cariñosamente lo llamaban en los predios de nuestra Facultad el amigo Chua Quintero. En aquellos días, en la vieja Facultad de Humanidades y Educación, enredada entre hermosos pinos y paraulatas, este maestro nos hablaba con sabiduría sobre los orígenes y  desarrollo de la política internacional de los imperios y de nuestros países.

 

De él -aprendimos lo que significó para la humanidad la paz romana, la paz británica, y  de los albores de un gran proyecto imperial que cambiaría el destino de la historia universal: Estados Unidos. Era un hombre responsable y cuidadoso con el contenido de sus materias, que lamentablemente desaparecieron en las posteriores reformas curriculares de nuestra Facultad. Venezuela no estaba al margen de la dinámica planetaria, por lo que era ineludible promover talleres y seminarios sobre  relaciones internacionales y política internacional. Sabía manejar con mucho tino los aspectos esenciales de las instituciones supranacionales que se fueron forjando a partir de la Primera y Segunda Guerra Mundial (Liga de Naciones, tratado de Versalles, Banco Mundial, FMI, CEPAL, OEA). Era un conocedor a fondo de la literatura francesa sobre las cuestiones internacionales. Siempre llegaba con unos cuantos números de una revista periódica que editaba la Liga de las Naciones. Nos ponía a mano los documentos que reflejaban todo lo que tenía que ver con el proceso de modernización y reparto del mundo a través de las potencias. Cuando Chua Quintero sonreía y quedaba en silencio por unos minutos, era que venía a sus labios su figura predilecta: Simón Bolívar. Fue  un gran bolivariano al estilo de Andrés Bello y otras figuras estelares. Para él, el Libertador Simón Bolívar fue el precursor de las Relaciones Internacionales en Hispanoamérica, creador de formas de alianzas estratégicas para poner contrapeso la dinámica de las potencias de aquella época. Manejaba muy bien la idea de que nuestra escuela y los estudios históricos no podían estar al margen de lo que acontecía en el mundo. En su libro Guerra y paz en las relaciones internacionales, dejó esta reflexión: "Quien tenga como estudio la historia no puede pasarle inadvertidos los acontecimientos actuales de su derredor"(p.8). Mas adelante, precisa la ambigüedad y la paradoja de la paz y la guerra en manos de las superpotencias: "La conclusión principal en esta indagación es que mientras las superpotencias realizan conversaciones para tratar de garantizar un estado de paz mundial, la guerra estará latente en los países atrasados hasta una era de la civilización en que sus múltiples hayan sido resueltos". Es un libro que recoge unas cuantas reflexiones de filósofos y políticos a lo largo de la historia sobre el tema de la guerra y la paz. Asimismo, presenta cuadros estadísticos que indican volumen del gasto militar y las nuevas características armamentísticas de las potencias. 

 

Agradezco  a este  maestro esas  lecciones sobre la paz, la guerra y las instituciones internacionales, cuando ya mi memoria comienza a debilitarse con el paso del tiempo. Seguramente, Vitaliano Graterol, Memo Matero, Luis Caraballo Vivas, Saúl, Espíritu Angulo, Otoniel Morales, Santos Zambrano, Homero Calderón, Sara Olmos y otros, tienen que decir más cosas sobre este peregrino cuya sonrisa era silenciosa pero abría caminos hacia el mundo. No olvidéis que la memoria es el símbolo sagrado de dioses y mortales. Volved a ella y rescatarás los orígenes para fortalecer en el presente y en el futuro eso que suelen llamar la conciencia histórica. No podéis construir el presente sin dar una mirada hacia el pasado de nuestra facultad, que produjo una generación de profesores que amaban y sentían en su alma la pasión por esa cosa que los griegos llegaron a descubrir: la historia. Para bien o para mal, ellos formaron en nosotros el espíritu histórico. Tenemos la responsabilidad de dejar  en las nuevas generaciones lo bueno y lo malo de ese pasado delicioso de nuestra de Escuela de Historia. Lo que sé de este planeta se lo debo a  mi profesor José  García Quintero. Por tanto, es vital  que viejas y nuevas generaciones  resalten  la vida y la obra de esos maestros que inyectaron en nosotros la fuerza vital de lo que es la historia  y su importancia para examinar para comprender los eventos contemporáneos. Uno de ellos,   uno de ellos Chua Quintero. Nos abrió los horizontes  del fascinante y cautivante  del mundo  internacional.  Para él,  no se podría  analizar  los hechos históricos de la nación sin tener una  perspectiva planetaria. En esos días, este noble maestro, nos anunciaba  el futuro de lo que representaría una nueva manera de ver los eventos históricos del  planeta: la génesis y la proyección de la  historia mundial.


Tal vez te interesen estas entradas

Uso cookies para darte un mejor servicio.
Mi sitio web utiliza cookies para mejorar tu experiencia. Acepto Leer más