Zoo Historia: nueva manera de mirar los procesos históricos
Ramón Rivas Aguilar
No Hay hechos. Solo interpretaciones (Federico Nietzsche)
“El bacalao. Por él se han librado guerras y han
estallado revoluciones, en él se ha basado la dieta de varias naciones,
de él han dependido economías y subsistencias, él impulsó
la colonización de Norteamérica. Para millones de personas que han
vivido gracias a él, ha sido un tesoro más preciado que el oro. Y, en
efecto, el bacalao ha desempeñado un papel fascinante y crucial en la
historia del mundo. Mark Kurlansky repasa la historia de los exploradores,
comerciantes, escritores, chefs y pescadores cuyas vidas han ido
entrelazadas a la de este prolífico animal, y adorna este relato de
pasiones humanas con detalles gastronómicos en los que mezcla recetas y
consejos culinarios desde la Edad Media hasta nuestros días; y,
además, nos expone la vida del animal: su personalidad, sus costumbres...”
El intento por examinar el papel estelar
de los animales en los procesos históricos, podría resultar una insensatez. Seguramente.
No obstante, el filósofo español José Ortega y Gasset
señala que un grado de insensatez
de vez en cuando vale la pena
sin abusar de ella. Esta forma de interpretar
los procesos históricos se le
denomina ZOO HISTORIA. Una mirada. Quizá una locura divina. Qué le vamos hacer.
El buque del desierto,
el camello, en la mirada del portentoso
hombre de ciencia Alejando Humboldt, un animal prodigioso, gigantesco, extraordinario, noble y de un papel estelar en el recorrido de miles de
kilómetros en los vastos
desiertos, en su lomo la carga material y espiritual producto del
trabajo del hombre en esa faena
maravillosa de intercambios de objetos e ideas
entre Occidente y Oriente. Un
animal, de esas notas esenciales, con una capacidad para mantener su
ritmo en esos atajos y senderos, con la mayor contribución histórica en
el auge y expansión del comercio y su impacto en la vida
de miles de hombres y mujeres a lo largo
del tiempo. Dentro de esa mirada, tan
cautivante y fascinante, cuan riqueza de historia del mundo de la zoología, estaría entre
las filas los Elefantes, nobles
y generosos, su impacto en el mundo
de la paz y la guerra. Esos maravillosos animales, que sorprendieron
al ejército más poderoso del mundo antiguo,
los romanos, ante aquella
embestida histórica que le propinaron esas
bestias divinas en una batalla decisiva entre ellos y los cartaginenses. Bestias para la paz y la guerra. En nuestra memoria que recorre
los caminos de nuestra infancia,
el placer y el goce de
poder mirar entre la pantalla del cine y la televisión películas que revelaban la hazaña
de Tarzán y su elefantes
luchando contra el mal de
aquellos bandidos y bárbaros
que le querían robar la tierra prometida a los africanos. Una delicia para unos niños, unos infantes, una muchachada y unos jóvenes cautivados por esos animales en
defensa del bien contra el mal, que ha sido el dilema intelectual que ha regido
el destino de la civilización Occidental.
No cabe la menor duda,
que uno de esos animales
de gigantesca repercusiones en
los procesos civilizatorio. En primera
fila aparece el noble y
portentoso caballo. No hay en la historia de las civilizaciones animal alguno de tanto poder, de tanta personalidad, de tanta nobleza y generosidad como el caballo que mantuvo su hegemonía desde
hace miles de años
hasta la primera Guerra Mundial. Sí. El
motor de combustión, el automóvil,
sus modalidades y marcas, el
inicio y el fin de la era del caballo en
la historia. Su influencia fue gigantesca tanto en el mundo de la paz como en la
guerra. Tuve el privilegio de revisar el
maravilloso libro del historiador alemán Ulbrik Raulf “Adiós al Caballo”. Un libro conmovedor, de una erudición y agudeza
para mostrar a lo largo de
1300 páginas el significado, la importancia, el impacto y la
trascendencia de ese noble animal en la
historia universal. Lectura que te
atrapa y remonta a la historia desde que aparece ese hermoso
animal en la vida del hombre,
alcanzando un recorrido por
la geografía del mundo hasta la aparición de la máquina industrial
y, como consecuencia, convertirse
en una simple imagen para las rinconadas
y los eventos culturales para
mostrar su belleza y
destreza al vano mortal. El caballo,
noble de belleza divina, de elegancia
y mirada
hacia el horizonte, fue uno de los
grandes protagonistas de las grandes batallas históricas que se desplegaron
a lo largo del devenir y revela su
portentosa fuerza y vitalidad para cambiar el rumbo de los procesos históricos. En esa
misma perspectiva, hubo una especie marina de una
repercusión gigantesca en los
viejos mares con
incidencias significativas en la
dinámica de los procesos históricos: el Bacalao. Una muestra de esta maravillosa
especie marina, es el
hermoso libro escrito
por el periodista Mark Kurlansky “El bacalao el pez que cambió el mundo”. Una obra
histórica, literaria, de
hermosos pasajes sobre
este animal marino que movió los
resortes íntimos de la especie humana para capturar el
aceite que iluminó al mundo por aquellos días. Un libro conmovedor que
nos permite resaltar la nobleza
de un animal al servicio del mortal,
hambriento del resplandor
luminoso de aquel prodigioso y potente lubricante,
producto de esa bestia marina de tanta
admiración en la mirada fugaz del mortal. Como no
resaltar otros de esos libros, desconocido
y olvidado por la literatura científica e histórica, escrito por el hombre
de la vieja Inglaterra, Charles Darwin,
sobre el papel de la lombriz en la
transformación de las capas
geológicas, una contribución
extraordinaria como nutriente para el
desarrollo de la agricultura. Un libro de más de 800 páginas sobre ese tema
(La formación del Moho Vegetal mediante las
lombrices, con observaciones de sus hábitos, 1881).
En fin, la ZOO-HISTORIA una
nueva corriente historiográfica sobre
el papel de los animales en la
dinámica de los eventos
históricos.