Venezuela y su petróleo
(leyenda negra/ bendición de los dioses)
A
propósito del artículo de Ibsen Martínez (1952-2024)
Edición
Especial
Mérida, septiembre
2024
Ramón Rivas
Aguilar
El escritor y dramaturgo, Ibsen Martínez, planteó
la siguiente interrogante ¿Cómo es posible que no se haya
escrito un libro sobre el petróleo en una perspectiva que permita
sentirnos orgullosos de lo que significó el oro negro en la
modernización del país y del lugar que ocupó Venezuela en el escenario petrolero
mundial? El petróleo ha sido el fundamento de la Venezuela urbana e
industrial y de la geopolítica del petróleo después de los EEUU. Es decir, la Venezuela
del oro negro tuvo un
impacto político y energético en las relaciones internacionales.
Además, su rol en la defensa de la democracia contra las
tiranías y el totalitarismo que se desplegaron a lo largo del siglo pasado. No
obstante, se tiene una
imagen histórica negativa y demoníaca sobre el oro
negro y su influjo en un país que lo ha llevado hacia la
destrucción de sus valores morales y materiales: toda una
tragedia histórica. El petróleo responsable de todo
lo malo que le ha pasado a la
sociedad venezolana desde que
se asomó la primera torre petrolera. La
sociedad agraria, la del cafeto persa, la del
siglo XIX, destruida por el estiércol
del diablo, en manos del capitalismo y el imperialismo petrolero. Una
idea, una creencia histórica que permeó a hombres y
mujeres a lo largo de más 122 años (1899-2022). Sí. Sembrar el petróleo el ideal del paraíso vergel, una vuelta a la
inocencia de la mirada del hombre
bueno sin la mancha del oro negro. La más nefasta imagen histórica que se produjo en el siglo pasado.
Una
matriz de opinión que se fortaleció
y se consolidó a lo largo de la historia
intelectual de la Venezuela del siglo XX y parte del tercer milenio. El
petróleo destruyó la economía del café y
generó una Venezuela de subdesarrollo, de atraso material y
espiritual. Una tesis reaccionaria y conservadora. El
sueño de los políticos, de los gobernantes y de los intelectuales:
volver a la Venezuela vergel, al paraíso
cafetero. Sembrar el petróleo en millones de
arbolitos con el fruto del cafeto persa. Está demostrado
que el petróleo no tuvo implicación alguna en la eliminación de una
economía vergel, cuyo fruto esencial para la exportación era el
café. Un mito de unos cuantos intelectuales de la
Cordillera Andina. Para comprender la falsedad de estos argumentos, se sugiere
la lectura de uno de los libros más
desconocidos de la literatura económica venezolana,
editado el año de y de una segunda edición en el
año de 1932: Manual del Agricultor Venezolano, escrito
por el abogado y economista Rafael Martínez Mendoza. Un
libro de más 600 páginas, en el que se explica
de forma sistemática las razones del atraso de la agricultura venezolana
y las soluciones técnicas para
hacer una economía agraria próspera y rentable en el
mercado mundial. No menciona para nada al petróleo. Un libro de
lectura obligatoria. Asimismo, en el Anuario Estadístico de
Venezuela (1904) en la sección: “Cartilla del Agricultor”: una
sección teórica y práctica para enseñar a los agricultores la ciencia y la
técnica agrícola con el fin impulsar la agricultura nacional que se
encontraba en un estado de deterioro antes de
la llegada del petróleo.
Ahora bien,
lo que intenta decirnos Ibsen Martínez en su artículo, publicado en el portal de noticias Costa del Sol 93.1:
“El café en Colombia y la Leyenda Negra del Petróleo (17-08-2022), de la
necesidad de una obra
histórica sobre el
petróleo en Venezuela, siguiendo las pautas historiográficas del
libro que escribió el
economista colombiano Marco Palacios, El café en Colombia:1850-1970.
Una historia Económica y social y política. (s.f).Cuarta edición.
Colegio de México. Actualizada y corregida de 580 páginas.
Un libro sobre la génesis y expansión del café
entre 1850 y 1970, cuyas extraordinarias trasformaciones marcaron el origen y el destino
de una nación, como fue la Colombia del café y de
su rol estelar en el comercio internacional. Un ejemplo
histórico para escribir desde esa perspectiva una historia del petróleo en Venezuela. Marco Palacios y su libro, una obra
monumental para explorar
la historia del café y sus
implicaciones en la vida nacional
e internacional. Un Clásico. Tuve
la oportunidad de hojear ese maravilloso
libro, que impactó
profundamente el ánima de un mortal,
cuyas raíces están
permeadas por el oro negro. Gracias
a Ibsen Martínez, escritor
dramaturgo, que nos abrió el camino
hacia ese hermoso libro, una referencia histórica
para comenzar una
historia del petróleo en Venezuela,
que, en definitiva, desaparezca esa imagen nefasta que hemos legado de Plotino:
el petróleo una maldición. Por el
contrario, el petróleo una bendición de los dioses.
El mito
fundacional bolivariano sobre aquella Venezuela que se construyó alrededor de
la economía del café, como la primera en el
comercio mundial, a finales del siglo XIX, una falacia. Así,
el petróleo no tuvo nada que ver con la desaparición de
la economía del café. Su desaparición y decadencia fue la baja
productividad del café, está a la vista para
aquel entonces, en la mirada de Ibsen Martínez. Al mismo
tiempo, recomienda un libro de
estadísticas históricas de un autor inglés: Angus Madison.
La Economía Mundial 1820-1992: Análisis y Estadísticas (OCDE. 1995) que
consiste en una revisión cuantitativa para tener una idea
sobre la historia
económica mundial y
así explorar lo relacionado con el
comercio mundial del café y cuál sería el lugar de la producción
del café venezolano en
el mercado internacional, lo
que desmontaría la falacia del mito fundacional bolivariano sobre el
gran poder del café venezolano en el comercio
mundial.
No cabe la
menor duda, que los venezolanos merecen de los
historiadores una
auténtica historia del petróleo. Más que una
leyenda negra; una bendición de los dioses. Una obra histórica
sobre el petróleo y su papel
estelar en las transformaciones en la
vida nacional y su repercusión en el escenario petrolero planetario. De allí,
la preocupación vital del
escritor y dramaturgo venezolano, Ibsen
Martínez, al dejar en el ánima
de la nación esa preocupación de suma importancia, que nos permita
abordar la perspectiva de Venezuela, tierra de gracia, en un
marco historiográfico para escribir
una historia del petróleo y sus
gigantes transformaciones en la vida del
país y su impacto en el mundo petrolero mundial, sin el símbolo perverso y nefasto de su maldición
reflejada en la
otra cara: sembrar el petróleo. El
minotauro. El petróleo bendición de los dioses. En ese sentido, la obra de Marco Palacios,
en la mirada de Ibsen
Martínez, un punto de inicio para
comprender el significado del petróleo en
Venezuela.