El hombre
y la Conquista del Universo: Comienza el poblamiento cósmico
La Inmortalidad
de la especie humana
Ramón Rivas Aguilar
A
Alyssa Carson,
una joven estadounidense inicia el camino hacia el planeta marte. El planeta
rojo, que cautivó el ánima del poeta del
firmamento, Flamarrión. Serían los primeros pasos hacia la inmortalidad de la especie humana. Un sueño desde la infancia, revela
la grandeza, la belleza, la magia y el misterio del hombre en un universo que se encoge y se expande
hacia el universo. Esta musa de los
dioses abre el sendero cósmico de la infinita eternidad.
Hace miles de años, del continente africano, el más antiguo de
los continentes, salieron los primeros
hombres que poblaron la tierra. Fueron
los poetas, los poetas del firmamento,
los primeros en revelar con el lenguaje
la magia, el misterio y la
belleza de la bóveda celestial, llena de
estrellas y de luces. La luna, un privilegio en la mirada
de esos hombres, cautivados y entusiasmados por aquel objeto en los cielos, que recibe
con encanto el resplandor del astro gigante, el centro
del universo, en la obra de los
astrónomos modernos. Mientras tanto, acá
en la tierra, el mortal, del lejano continente, merodeando de extremo a extremo un planeta que
deslumbraba por su diversidad y contraste.
Esos hombres, de esa vasta geografía, con el tiempo,
en definitiva, le dieron la vuelta al globo. Fueron miles de años, en esa faena extraordinaria por recorrer los alrededores de esa inmensidad que jamás imaginaron.
Hoy, el hombre, el mortal, deja de
mirar la tierra y levanta sus
ojos hacia los más misteriosos
recónditos del cosmo. Sí. Al principio, los poetas y luego, la ciencia y la
tecnología, con sus primeras naves en el
espacio hasta alcanzar con un par de
huellas la luna. Así, iniciar un sendero cósmico hasta Martes, el centro espacial, por
excelencia. Desde esa dimensión
gigantesca, comenzar el poblamiento del universo. Un punto axial. Una nueva
historia del hombre,
en un mundo
distinto a al que se desarrolló
en la tierra desde África. El
contraste entre la tierra y los
cielos. Entre el caminar y los vuelos. Dentro
de esa perspectiva cósmica, un giro profundo en la historia del hombre. Es decir, en esa
faena vital de alzar la mirada
hacia el universo y dar a una era que
representaría para el hombre la era cósmica de la inmortalidad de la especie
humana.
Ahora, desde los cielos,
desde Marte, el poblamiento del
universo. Ayer, desde la tierra, desde el continente
africano; hoy, desde el firmamento. Pues bien, el hombre en
la más hermosa faena histórica para la
conquista del universo.
En efecto. Todo comenzó en el año de
1969, cuando en el mes de julio, entre
los días 18 y 19, salió de la tierra,
una nave espacial, Apolo,
aterrizando en la luna. Sí. Un mortal, un mísero mortal, posó
un par de huellas, lo que significó
una proeza histórica, tal vez la
más importante de la historia de la
humanidad. Desde la tierra, un hombre en los cielos, abrió los senderos
siderales para la conquista del
universo. Algún día, tal vez en millones de años, la tierra tendrá en
sus manos el destino vital del cosmo. Se inicia así el poblamiento de los cielos otra proeza histórica en estos
nuevos tiempos.
