Vicencio Pérez Soto (1883-1955): Las compañías extrajeras, el petróleo y su impacto en el Estado Zulia (1926) A

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Vicencio Pérez Soto (1883-1955): Las compañías extrajeras, el petróleo y su impacto en el Estado

Zulia (1926)

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Isaías Berlín uno de los más prestigiosos liberales del siglo XX

Contra  la Corriente  develó  nuevas voces, nuevas miradas y nuevas perspectivas  no oficiales

 

 

Se intenta en este breve  artículo  examinar las reflexiones  del General Vicencio Pérez Soto, Presidente del Estado Zulia, sobre la conducta de las compañías  petroleras, el petróleo y su impacto en el Estado Zulia. Como Presidente del Estado Zulia,  de forma sistemática denunció  como esas concesionarías extranjera,   ubicadas en tierras zulianas,violentaron el marco legal  de la legislación minera, cometiendo  atropello e irregularidades  contra  las  municipalidades  y trabajadores  de la industria  petrolera. Así,  las compañías  extranjeras, americanas e inglesas, se apropiaban de manera  indebida  de tierras ejidales de los Municipios con el consentimiento de algunas  autoridades  del  tren Ejecutivo  Municipal. En ese sentido, Vicencio Pérez Soto estuvo consciente  de la injusticia que se estaba  cometiendo  contra  las tierras ejidales propiedad del Municipio. Además,  esas compañías  se  negaban pagar impuestos  al Municipio, en palabras de este General, con la imagen de   una “bestia y un bárbaro” en la mirada de sus enemigos:“ ... noto  que por una  codicia desmedida se le han vendido al extranjero   porciones muy importantes de la región, y se ha despojado  a los Municipios  de los Ejidos  que la sabia provisión  de las leyes destinaban  para el abrigo, para el sustento  y para la vivienda  de nuestros   compatriotas  que más han menester  del calor de la Patria ” (Boletín del Archivo Histórico de Miraflores .Número 70-Caracas, Enero-febrero de 1972-año XIII, p. 326.) De igual modo, este General tan odiado por sus enemigos,   vaticinó la  posibilidad de que  Lagunillas de Agua corría el peligro  de perecer en llamas,  como resultado de los derrames  continuos de petróleo en el Lago. Por lo que  era necesario su mudanza para un lugar más  seguro  que permitiere un sistema de vivienda que garantizarían las compañías petroleras.  Por lo que   había que establecer  un acuerdo  razonable entre el gobierno y las concesionarías extranjeras. Es cierto  que la explotación  del petróleo en las aguas del lago  abriría un potencia extraordinario que daría  “una producción copiosa y valiosísima, similar a la de la Rosa” (1972, p. 339). No obstante,  considera el General Vicencio Pérez Soto esta circunstancia pondría en peligro el futuro de los pobladores de Lagunillas de Agua: puede ser arrasada  por un vasto incendio, causado por el derrame de petróleo  en esas aguas (1926). En efecto: “ se presenta el serio  inconveniente  de que, al taladrar  dentro del agua y en el seno de una población donde hay el fuego de las cocinas y de los demás menesteres humanos, elincendio es inevitable  y fatal,  pues tanto el petróleo que se derrama por la  superficie  del agua como los gases que arrojan los pozos  y que es imposible contener, se  incendiarían  inmediatamente, causando la destrucción  completa  del poblado, la ruina  de las mismas obras de las compañías  y la muerte de los vecinos  y de los obreros petroleros” (p. 339.) Ante una situación de tal magnitud  que pondría en peligro  el destino   del pueblo de Lagunillas de Agua,  se  iniciaron    conversaciones entre  el gobierno regional y las  compañías petroleras para   dar una solución definitiva al problema que afectaría  el futuro  de Lagunillas de Agua. Lamentablemente, no hubo   resultado favorable a la población de Lagunillas de Agua. Para Vicencio Pérez Soto, las compañías sordas y egoístas. Solo  en ellos  el espíritu mercantil. Nada, más.El tiempo  le dio la razón. Lagunillas de Agua ardió en llamas, en dos oportunidades. Al final de la tarde, nació como respuesta histórica Cuidad Ojeda (1939) en el gobierno de E. López Contreras.

 

En ese orden de ideas,  Vicencio Pérez Soto, un hombre del orden  y el progreso,  con la impronta de los enfoques  del positivismo,   a pesar  de esto, no  vio con buenos ojos  la presencia de las compañías petroleras, en un país que en la que la vida del surco y del ganado  moría, indefectiblemente. Sobre el oro negro,  para él una imagen demoníaca y diabólica. El petróleo un símbolo  que provocaba   destrucción y desunión entre  las regiones que se encontraban inmersa  en pugnas por tener  más influencia  a través del oro negro. Sus reflexiones sobre  ese recurso minero tan valioso para la Civilización Occidental,   constituyen  valiosos aportes  al pensamiento petrolero  de Arturo Uslar Pietri. El petróleo un minotauro.  Un devorador  de las fuerzas eternas de la naturaleza. Aviva  el egoísmo y el enriquecimiento desmedido. Divide  a los pueblos.  Es el mal  de los tiempos.  Por  tanto, Vicencio Pérez Soto  no escapó  al influjo  de esa imagen fatídica  para los pueblos. En su ánima  el símbolo de Plotino.  En ese sentido,  estas fueron las palabras que sintetizan  el efecto destructivo del oro negro en el alma humana: “el petróleo es  la conserva negra  del diablo… El negro mineral  es el acicate  de la codicia humana, la que en todos los elementos  y de las distintas razas  o nacionalidades  desarrolla  sus inmorales apetitos , tratando de atropellar  cuantos son puros ideas  de justicia y  de su humanidad  de patria  y de decoro…En esta Petrolandia  en que estoy,  siento  las marejadas de cuantos se mueven y se agitan  en busca de su tajada “ (1972, p.341). Más, adelante,  comenta como  “La división política de los Distritos  y Municipios de este Estado (Trujillo y Zulia)   está vuelta una  confusión  y un maremágnum y ello por las encontradas pretensiones  de las concesiones  petroleras “(p. 341). Es decir, el trasfondo histórico de estas reflexiones  y actuaciones del Presidente de Estado, Vicencio Pérez Soto, revelala pugna política e institucional entre el sector público  y el sector privado petrolero. La importancia vital  de que las compañías petroleras  extranjerastenían que respetar el marco legislativo  para el  buen  funcionamiento  dentro de los parámetros  de la ley de  la justicia. No es casual  que desde  1918 hasta  1935  se haya desplegado  toda una legislación  minera   a favor   de la nación. Una de las  razones poderosísima  que impulsó   el desarrollo  sistemático de una legislación minera en el país,   fue que comprendieron cuán valioso era  el petróleo como fuente de energía para el mundo. Por lo tanto,  había protegerlo  y conservarlo  en buen estado. Nada de desperdicio y  destrucción  por  negligencia  y descuido.  Un atentado  contra el Estado venezolano. Así, que Vicencio Pérez Soto,  “el Pancho Villa Civilizado”,   como lo identificaron en aquel  entonces,  un  hombre de progreso, nacionalista, antiimperialista y anticapitalista.  En fin, estas reflexiones y  actuaciones políticas  de Vicencio Pérez Soto en torno  al tema de las compañías petroleras, el  petróleo y su incidencia en la geografía Zuliana constituyen  una fuente riquísima  al pensamiento  petrolero  venezolano. Una postura conceptual y práctica  sobre  sobre  el oro negro que cambió para siempre  el proceso histórico  nacional.

 

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