Venezuela y Petróleo: (XX-XXI) A 100 años del Reventón El Barroso: R-2. La Rosa- Cabimas (1922-2022)

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Venezuela y  Petróleo: (XX-XXI)

A 100 años del Reventón

El Barroso: R-2. La Rosa- Cabimas (1922-2022)

 

Este 14 de diciembre del 2022, se  cumplirá 100 años  del Reventón. El acontecimiento geo-histórico de mayor trascendencia del quehacer vital de la Provincia de Venezuela. Es decir,  desde la constitución de la Sociedad Prehispánica, hace 20.000 años. En efecto. El petróleo  y  su impacto en la sociedad venezolana  fue gigantesco: produjo un cambio estructural en las  bases materiales, sociales, culturales  de la vieja sociedad de origen agrario y pecuario, con sus símbolos del cafeto persa y el casco  oloroso de la  bosta de vaca  y el andar de la recuas de mula y el danzar  de los viejos  equinos, de tan importancia en la historia Universal. Asimismo, el ocaso  de los viejos coches y diligencias, carretas,  tranvías eléctricos  y de las lentas  y pesadas locomotoras. Las plantas eléctricas se vinieron abajo. Todo cambió con el petróleo. La forma de  producir, de ejercer el poder, de vivir, de mirar el paisaje y  de coquetear  con la  inspiración poética y literaria.   De igual modo,  la frágil y débil  iluminación alimentadas por el aceite de las inmensas ballenas. Además,  la percepción que se tenía sobre el mundo internacional. Al mismo tiempo, la  génesis   y la proyección de una Venezuela petrolera, urbana e industrial, socialista,  colectivista y comunal, a lo largo de 100años, respectivamente.

Sin embargo,  Hoy  la Provincia de Venezuela  en total bancarrota.  A 100 años  del Reventón.La Venezuela anterior al petróleo; la Venezuela del oro Negro y la Venezuela socialista,  colectivista y comunal  con el sello  del petróleo  y el rentismo en total ruina. Qué queda: la memoria  herida y fragmentada. Cómo salir de una situación de tal magnitud, que ha provocado  confusión, desconcierto, desazón, desesperanza,  sin saber qué hacer y a qué atenerse. Confusión vital. Las viejas y nuevas generaciones  a espalda  de una nación  desintegrada física y moralmente. Volver al pasado a través de la memoria y la imaginación  para develar  cómo y de qué manera   unas generaciones  fueron capaces  de percibir  el sentido  de la historia  y así mirar el futuro   con fe y esperanza. Con aciertos  y límites,  grandeza y miseria,  estas generaciones  con sensibilidad vital develaron con sus ideas y creencias el estado,  el gobierno,  la sociedad   que  tenían que cimentar a tono con los tiempos históricos.  El papel  de las ideas y las creencias son fundamentales para dibujar la sociedad  que se quiere  construir. De eso  carecemos hoy día. Carecemos de ideas.

Así,  se aprecia como la República Liberal y Federal fue un invento criollo. Produjeron  una  revolución intelectual  que desmontó la leyenda que se tejió alrededor  de la doctrina del derecho divino de los reyes. Así, nació la República en una generación  que tuvo a la altura de las circunstancias históricas.  La  sensibilidad  vital de unas minorías selectas,  con unas ideas que se proyectaron en  la sociedad y, como consecuencia,  el proceso emancipador  y la liquidación del vasto imperio   español en Hispanoamérica. Unas ideas, una República, un Estado, un gobierno, una sociedad. Una proeza intelectual,  política e ideológica de unas minorías selectas: los criollos. No obstante, conocemos las consecuencias histórica del proceso emancipador,   en la que el personalismo, el caudillismo, la centralización  impidieron la cristalización  de la República Liberal y Federal a lo largo del xix. En palabras de uno de los grandes pensadores venezolanos César Zumeta: “La República no ha existido  un solo día. He ahí la obra de cien años de militarismo anárquico y despótico…. (El Continente Enfermo, Caracas, 1961.PÁ. 182-183). Sí. En qué momento la nación iba a producir. Cuándo y cómo. Era  difícil  asumir  la tarea histórica de impulsar  diversificar  y  el aparato productivo nacional,  en un estado  de zozobra e inestabilidad  política en esos tiempos  de tanta turbulencia. Imposible. En sentido, Zumeta señala  que:“La capacidad productora del venezolano  en 1908, era, numéricamente, igual  a la de bisabuelos  de1808,… (1961, 232). Esto no niega en la mirada de un historiador tan prestigioso de la intelectualidad del país, José Gil Fortoul,  algunos aportes de importancia histórica del personalismo en esa Venezuela tan difícil  de gobernar, en el siglo XIX (El hombre y la historia  y otros ensayos. Editorial Cecilio Acosta. Impresiones Unidos. Caracas, 1941, p. 95).Ahora bien, como reconstruir las bases de la República para convertirla en una nación moderna y civilizada  a todo con las corrientes  del progreso  que se estaba impulsado  a lo largo del siglo xix,  en el planeta.

Una  generación,  con sensibilidad vital impulsó  una reflexión para examinar  las razones de por qué la Provincia de Venezuela  se encontraba  en una situación histórica de atraso, de estancamiento y de decadencia. Para las generaciones del positivismo, razones culturales eran la clave  para entender a una  Venezuela  rezagada históricamente en relación con otras naciones. Razones étnicas, antropológicas, geográficas  y psíquicas,  salvajes y primitivas  los obstáculos  para el progreso y el orden. De allí, la célebre  teoría del gendarme necesario, el césar  democrático,  el hombre fuerte  para unificar a la nación y así promover el progreso  con la modernización a través  del capitalismo.  Capital,  técnica, hombres y poblamiento   el camino  para echar a andar  el progreso. El hombre que encarnó la cualidad,  de hombre de Estado, Juan Vicente Gómez. Puso fin a la guerra civil. Pacificó al país. La modernizó y  la puso en sintonía  con la dinámica planetaria del capitalismo. Sí. Un gobierno cesarista y  autoritario  que tanto los gobernantes como los gobernados aceptaron y legitimaron. Constructor del Estado moderno. Paz y seguridad para promover la riqueza pública con la presencia activa del capitalismo  mundial.

Una labor histórica de una generación  de intelectuales, políticos y militares, que contribuyeron  a sentar las bases del estado moderno y su transformación  en el marco  de gobiernos autoritarios,  evolutivos, reformistas y bolivarianos (1899-1945). Con sus  alcances y límites  históricos. El cesarismo, una mentalidad y una praxis social  incompatible  con una Venezuela urbana e industrial que esos gobiernos  estimularon por las fuerzas del capitalismo, ya era incompatible  con un régimen de democracia, de partidos, de libertades una demanda histórica de los venezolanos.

La Venezuela petrolera, urbana  e industrial,  una hechura del oro negro, requería nuevos espacios  para el dialogo,  para la convivencia, para el progreso material   y espiritual, en el marco  de una forma de ejercer el poder, la política, la economía y la cultura no cesarista. Es decir, democracia, libertad. El  signo del hermoso equino,  el brioso caballo, de tanta faena  en nuestra historia,  cedía sus espacios al mundo del automóvil. La cuidad,  el bullicio de las multitudes,   con sus ideas y creencias, en el juego, en  la competencia, en las opciones de preferencias, marca el signo del urbanismo frente al viejo orden político ruralista y telurista. Había nacido del seno  de la sociedad gomecista y post-gomecista,  los cimientos  de la Venezuela industrial que requería de libertad y de democracia.  Un rechazo histórico  al cesarismo,  fue el clamor político de un elemento sociológico que cambio para siempre el rumbo  histórico  de la nación: La presencia  de las multitudes  en la vida nacional.   El auge de masas que requería formas  de organizarse a través  de una nueva manera de movilizarse: los partidos políticos.  El signo  histórico  creativo y novedoso de la Venezuela del petróleo. Dentro de esa perspectiva histórica,  el cesarismo, las supuestas bondades  de la democracia evolutiva y bolivariana y la doctrina nacional del hombre de Michelena,  tenían sus días contados.  Las fuerzas del capitalismo mundial, el petróleo y la voluntad política de una generación de  espíritu  libertario, civilista y democrático y su conexión con las  muchedumbres,  echaron y cimentaron la Venezuela de la democracia, de  la libertad y el bienestar material y cultural  a lo largo de más de cuarenta años, con sus grandezas y miserias (1958-1998).

El 18 de Octubre de 1945 echó andar la base de la democracia de partido, de la planificación y del bienestar material y espiritual. La democracia frutodel 18 de Octubre de 1945. Es decir, contra el personalismo y el cesarismo, el 18 de 0ctubre  cambió de forma radical la rueda de la historia que había usurpado la soberanía popular a sus ciudadanos desde 1811. No obstante, el militarismo se impuso por una década. Aun, así,  el 23 de enero de 1958  retomó la ruta de la democracia y la libertad y el bienestar.  Un vasto consenso nacional mantuvo la democracia, su libertad y su prosperidad en el tiempo (1958-1998). El pacto de Punto Fijo (31 de octubre de 1958) y el (Programa Mínimo de Gobierno, 7 de diciembre de 1958), dos documentos  históricos de una importancia intelectual para estos tiempos de confusión e incertidumbre.

Entre 1922 y 2022,  cien años después, del célebre Reventón  que  marcó  el futuro  de la Venezuela petrolera,  con impacto gigantesco en la vida material y cultural del país y unas repercusiones significativas en el escenario geopolítico del petróleo en el Hemisferio Occidental,  hoy la crisis histórica  de mayor impacto  en el quehacer de nuestro proceso histórico desde que  nos constituimos como sociedad hace 20.000 años. Ruina y destrucción.  Nada de  nuestro pasado  histórico  queda.  Qué hacer. Empezar desde  las cenizas. La memoria, el recuerdo y la imaginación de millones  de venezolanos dentro y fuera del país,  en esa  gigantesca faena  histórica de  echar los cimientos de la Venezuela de la empresarialidad, de la creatividad, de la innovación, del saber, del conocimiento. La Venezuela de los tiempos venideros, para estar en sintonía  con la más poderosa  civilización  que ha parido  la historia de la humanidad con la impronta  de la ciencia, de la tecnología  y así  echar  a rodar  las nuevas formas de ejercer el Estado , el gobierno y la sociedad en armonía con la libertad, con la democracia, con el entorno natural y la religiosidad  que se  despliega  a lo  largo y ancho de la tierra.

 

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