Pedro Rincón Gutiérrez (27-7-1923-7-7-2023) La Universidad de los Andes, su modernización y renovación de los estudios humanísticos: Escuela de Humanidades (1955-1958) Facultad de Humanidades y Educación (1958-1959)

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Pedro Rincón Gutiérrez (27-7-1923-7-7-2023) La Universidad de los Andes, su modernización y  renovación de los estudios humanísticos:

Escuela de Humanidades (1955-1958)

Facultad de Humanidades y Educación (1958-1959)

Gestión Rectoral:

1958-1972

1976-1980

1984-1988

 

 

Sin duda alguna, Don Pedro Rincón Gutiérrez, Rector Magnífico,  jugó un papel estelar en el  proceso de modernización de La Universidad de  Los Andes,    con implicaciones significativas en la vida económica, social, cultural y científica  de la ciudad de Mérida. Un proceso de modernización  con el desarrollo de una vasta infraestructura física y educativa,  con una diversificación  de facultades e instituciones  a lo largo y ancho  de la ciudad de Mérida, con impactos de importancia en  otras regiones de los  Andes y de  la nación. Un proceso de modernización  que respondió   a los retos y desafíos que demandaba la nación, en una dinámica de acelerada de transformación de la sociedad venezolana, bajo la  impronta  del fenómeno petrolero. Es decir, una nación, una región, un país,  abierta  a la democracia y al desarrollo  económico   requería   que sus universidades, con plena autonomía,  tenían  que transformarse radicalmente para estar a la altura de las circunstancias históricas.

Don Pedro  Rincón  Gutiérrez, es parte vital  de  una generación  y una sociedad que exigía cambios en las viejas estructuras universitarias para renovarlas  y ponerlas al días  con los nuevos saberes  tanto en campo   de las ciencias, como en las humanidades. Asumió el   reto histórico  de conducir   la modernización de la ULA, en  un  momento político, complejo y difícil,  en la que Venezuela   transitaba hacia la Venezuela civil y de democrática. Por otro lado,   esa modernización significó   la ruptura con una  universidad  cerrada, elitesca y de casta, como lo diría el maestro Prieto, hacia una universidad más democrática,  más libre,  en consonancia con   los conocimientos   que se producían en los más diversos   saberes.

 

 

La Universidad  de los Andes  abierta, libre autónoma y democrática,  al servicio  de una ciudad, de un estado, de unas regiones y de una nación. Un logro histórico  de la gestión de Don Pedro Rincón Gutiérrez, cuyo legado debe permanecer en el tiempo, con sus alcances y límites,  entre  la luz  y la  sombra. Su grandeza  histórica  se dignifica,  en estos tiempos  en que  las  universidades  nacionales  sufren el impacto  de la barbarie  y la violencia  de un Estado  que odia  la inteligencia.

Don Pedro  Rincón Gutiérrez, un proyecto de vida, un proyecto vital, una aspiración  histórica  que le permitió  con vitalidad,   con entusiasmo,  con sabiduría y con su liderazgo trazar el camino para transformar las  bases de la vieja universidad   y ponerla en sintonía con una nación  en proceso  de transformación material   y cultural.

Sin  lugar a dudas,  unos de los acontecimientos intelectuales  con una proyección histórica en la vida  nacional,  fue  la  transformación de la Escuela de Humanidades (1955-1958)  a Facultad de Humanidades, el 10 de octubre de 1958. Este acontecimiento cultural contó con  la presencia del Presidente de la  Junta de Gobierno Provisional, presidida W. Larrazábal,   Su Ministro de Educación, Pizani, el  Coronel  Carlos Luis Araque  y  el gobernador Sánchez Duque. El acto especial se dio en  el paraninfo de la ULA, presidido por  su rector  provisional Doctor Rincón Gutiérrez. El discurso  de orden lo dio el Ministro de Educación El doctor Pizani. Posteriormente, la creación de la Escuela de Educación,  el 15 de septiembre de 1959. Como Facultad de Humanidades  y Educación, inicia una nueva etapa  de la historia  Contemporánea de Venezuela, que haría  importantes contribuciones en el fortalecimiento  de la conciencia histórica nacional.

Es importante resaltar que  la creación de la Facultad de humanidades, fue parte  de otro  acontecimiento  histórico  de importancia vital para la ciudad de Mérida. En esos días se celebró los 400 años  de haberse fundado la ciudad de Mérida,    contando  con la presencia  intelectual  y espiritual   de la nueva   Facultad de Humanidades de la ULA,  sentando  así  las bases de una ciudad ligada  a  la Universidad de los Andes cuyas raíces  históricas están en el Seminario San Buenaventura. El discurso de orden  lo pronunció  el Dr. Pedro Rincón Rincón. El discurso constituyó una   extraordinaria  síntesis geográfica,  cultural, histórica  en torno a los  orígenes de la ciudad  Mérida   y su perspectiva  en el porvenir. Además, una combinación vital   de lo que es  la ciudad,  su  universidad y su iglesia recogen, en esencia,  el profundo  espíritu civilista  y republica de una geografía  que  ha hecho historia.

No deja de ser interesante destacar  el papel de Don Pedro Rincón Gutiérrez junto a  hombres y mujeres de la  Facultad de Humanides  y de toda la  universidad,   en asumir la responsabilidad histórica  de participar en el plan de Alfabetización    que presentó  el gobierno Provisional al país en 1958, para atacar  ese flagelo que había condenado  al pueblo venezolano a la ignorancia y a la miseria   espiritual y material.  Uno de sus protagonista el maestro   José Miguel  Monagas,  en esa faena vital de enseñar  a  leer y escribir a un grueso de la población andina. Las letras,  en un folleto, titulado Abajo Cadenas.  Era  la educación  del civilismo como soporte  de la  democracia,  como  signo de los tiempos históricos.

Dentro de esa perspectiva humanística  que caracterizó el ánima de Don Pedro Rincón Gutiérrez,    promovió  la edición  de una historia de la Universidad de los Andes y  la  Colección  de Ilustres  Universitarios, el 29 de marzo de 1963. La edición estuvo a cargo  del escritor merideño Eloi Chalbaud Cardona.  Una edición que llegó alcanzar aproximadamente 10 volúmenes. Estas publicaciones de una importan vital por cuanto  revela una fuente documental  extraordinaria  sobre   los orígenes  de la universidad,  su evolución y su  transformación en  el largo proceso histórico en la región de los Andes  y  sus vínculos en el mundo cultural de la nación. Es decir,   nos permita  develar lo que es la conciencia histórica,   el papel   y el lugar de la ULA en   la  vida  cultural de la región y del país. La memoria histórica  para comprender  su nacimiento, su pasado, su presente y proyectarse en el futuro. Una obra histórica que enlaza    el espíritu civilista y republicano  de una ciudad,  con  su universidad  y con  su   iglesia. La creación del Archivo histórico de la ULA y la cátedra libre   de la historia de la ULA, es el fruto  de esa actividad humanística  que desplegó   el rector  Magnífico,  desde que se elevó   la escuela de humanidades     en Facultad de Humanidades.

De allí,  la importancia histórica  de la creación  de la Facultad  de Humanidades y Educación,  como el soporte intelectual y espiritual  para fortalecer y consolidar  la venezolanidad y la nacionalidad, ante los retos y desafíos de  una  nación en transformación permanente y así saber el lugar  que ocuparía  en el escenario latinoamericano y mundial. Por lo que era  vitar fortalecer la  memoria histórica  con el fin  de  comprender las razones de nuestros orígenes históricos y su proyección en el tiempo.  Es decir, el petróleo, la energía nuclear, la geopolítica  marcan el espíritu de la época histórica. Qué hacer.  Cuál es el rol de la  Facultad de Humanidad  y de Educación  para responder  a esos retos históricos tan complejos.

 

 

 

 

Dentro de esa perspectiva vital,    enseñar  con los nuevos enfoques  históricos de las ciencias sociales la historia de Venezuela, la historia de América y la historia Universal. Nuevas miradas sobre  los eventos  pasados y recientes  que estaban  modificando   la vida histórica a lo largo y ancho del planeta. En ese sentido,   en la Facultad de Humanidad y Educación   se fueron ampliando  los más diversos   saberes y materias  relacionadas con el mundo antiguo, medieval, moderno y Contemporáneo.  La historia de Venezuela y América e historia universal,  fueron renovando  sus enfoques teóricos, sus programas y contenidos   a lo largo de la gestión rectoral  de Don Pedro Gutiérrez. Así, en el año de 1968 nace el departamento  de Historia Universal,  bajo  la inspiración intelectual  del historiador español Miguel Izar,  quién, además hizo contribuciones sobre  una historia económico- demográfica, valiosa investigación  para examinar desde una perspectiva cuantitativa el proceso  histórico nacional.  La creación del departamento  de Historia Universal, una conquista intelectual que  profundizó y consolidó  los estudios  de la historia universal, en la  que  Venezuela, como país Occidental y petrolero no podía escapar al influjo de esa dinámica universal. Por lo que no fue  casual  la creación   del centro histórico de África y Asia: Diásporas Latinoamericanas y Caribeñas (octubre, 1995), que lleva  el nombre ilustre de nuestro  recordado profesor y maestro   José Manuel Briceño Monzillo.  Un centro  histórico  que   ha permitido  mirar una forma  de historiar  la historia de África y Asia   en una perspectiva  policéntrica. Nuevas miradas y horizontes,  más allá  del localismo y parroquialismo historiográfico. En ese marco, se fueron renovando  los estudios   humanísticos,  con nuevas  teorías, metodologías,  materias, seminarios e investigación,  a lo largo  de los setenta, ochenta noventa y parte  del tercer milenio.     Esas décadas,   revelan  la renovación y la transformación de los estudios humanísticos  en sintonía  con la dinámica historiográfica que estaba generando a escala planetaria.  Lo que representa   la riqueza creativa e innovadora  que se ha    impulsado   no solo los pregrados, sino también los postgrados y doctorados.

 

 

De  igual modo, en las  ciencias sociales, tales como  la antropología y la sociología, la etnología con la creación del Departamento de Antropología y Sociología en 1962, ampliando, aún más,  los horizontes  del saber   sobre nuestro proceso histórico y perspectiva. En ese sentido,  la cátedra de antropología, con sus investigaciones y  publicaciones  ha contribuido significativamente  al conocimiento histórico  del mundo precolombino  y su trayectoria  en el tiempo. En tal sentido,  la creación del Museo Arqueológico Gonzalo  Rincón Gutiérrez (1986), adscrito al  Vicerrectorado Académico, la mayor contribución  cultural sobre  la historia  del pasado  indígena, como parte esencial   de nuestro quehacer histórico. Asimismo,  la Escuela  de Historia,  mención Venezuela, América y Universal,  en esa faena enriquecedora  del proceso histórico  con las más diversas miradas y perspectivas historiográfica.  En otras palabras, conciencia histórica. Una gigantesca labor histórica, educativa, didáctica y pedagógica, en el  ánima de centenares de egresados, en esas menciones,  proyectando esos conocimientos  diversos sobre los procesos  históricos  en las escuelas primarias,  secundarias  y universitarias,  una  labor encomiable y maravillosa para fortalecer  la conciencia nacional  ante   los grandes poderes  del proceso civilizatorio de Occidente y Oriente. Como decir, Venezuela  frente al mundo   en  una dinámica transformadora. Dentro de ese marco vital, no deja de ser interesante señalar  los estudios del  mundo del arte, de la literatura en 

La mirada del mundo, América,  Venezuela, sus regiones, así, como también,  en el ámbito de los idiomas y su ampliación, forman parte esencial del  espíritu humanístico   que se inició a partir del nacimiento de la Facultad de Humanidades y Educación, Bajo  la rectoría de Don Pedro R. G. Sería injusto  no reconocer    la importancia   en ese proceso  modernizador  de los estudios  humanísticos, la labor gigantesca de Don Gonzalo Picón Gutiérrez y el decano Carlos César Rodríguez. Dos ilustres hombres, hombres de ciencias del espíritu,  clave Fundamental    para promover, expandir y consolidar y fortalecer  el mundo de las humanidades, en las distintas esferas  del espíritu, lo que representó en el tiempo  el desarrollo de la conciencia nacional  ante los grandes poderes del mundo imperial.

Dentro  de ese marco,   es importante recordar un acontecimiento  histórico-literario,  que se realizó   en  la ciudad de Mérida, con  proyección regional y nacional,  donde  la Universidad de los Andes,   la Facultad de Humanidades y Educación  y la Escuela de Letras, fueron  las instituciones estelares para el mundo de las letras: el encuentro de   figuras  descollantes de la Literatura Iberoamérica,  unos cuantos de ellos  con el galardón  de los  premios nobel de literatura: Mario Vargas Llosa, el  gabo, Donoso, Alfonso Cuesta y  Cuesta entre el 8 y 10 de agosto de 1967. Uno de sus organizadores,  Domingo Miliani, director del   Instituto de Investigaciones Literarias    Gonzalo Picón Febres, fundado en  octubre de 1965. Este  instituto, es parte esencial en ese proceso de renovación de los estudios humanísticos  que ampliaron  los más diversos conocimientos  de la literatura universal,  latinoamericana, venezolanas y regional, mediante  un conjunto de investigaciones,  seminarios,  conferencias,  invitados  especiales nacionales y extranjeros, expertos   sobre el mundo  de la literatura.  No deja  de ser importante  la celebración  de los 50 años de la muerte  del hombre de letras andinas y nacionales, Don Gonzalo Picón Febres.  Una edición especial, editada por la ULA,  donde recoge   la biografía, los dotes literarios de Don Gonzalo y su obra novelística (1968). Así, dos acontecimientos histórico- literarios que enaltecen el espíritu humanístico de nuestra Facultad de Humanidades y Educación, en   el periodo rectoral de  Don Pedro Rincón Gutiérrez.

Dentro de ese panorama que se ha escrito  sobre el rol intelectual  de la Facultad de Humanidades y Educación  en la renovación de los estudios humanísticos y su proyección   en la  consolidación de la conciencia histórica nacional,  contribuye  en esa dimensión, la expansión de los estudios filosóficos  que se desplegaron  a partir del nacimiento de la Facultad de Humanidades y Educación. Nuevas miradas y perspectivas del quehacer filosófico para comprender en última instancia  las causas últimas de nuestro proceso  histórico venezolano y el rol  que debería ocupar en el concierto de las naciones.  Los primeros en esa faena vital, el filósofo de  Belgrado, Marcovich, José Manuel Briceño Guerrero, el dominicano Jiménez Grullón y Otto Maduro; todos ellos con un  denominador común: la enseñanza de la filosofía de la historia. No  basta  la simple narración de los hechos histórico   sino  se da una mirada desde la filosofía. El resultado de toda esa enseñanza, a lo largo  del tiempo,  se sistematizó esos conocimientos filosóficos a través  del pregrado, del post-grado y el doctorado en filosofía. Un largo camino de  avances y límites, hasta alcanzar  un conocimiento  superior en el marco de la filosofía.  Un mérito  que le corresponde  a la Escuela de Educación  en la enseñanza  de la filosofía.

 Finalmente, es de suma importancia mencionar  dos documentos históricos  que recogen  las bases doctrinarias   filosóficas    de lo que representaría ese proceso de modernización  de la universidad de los Andes  en   el tiempo, bajo la rectoría del Dr. Pedro Rincón Gutiérrez. El primero, tiene que ver  con  el proyecto que presentó  Don Pedro  a la ciudad de Mérida,  en el año de 1963, cuyo título es elocuente: “La Universidad y  Su Desarrollo Futuro”.  El documento, de unas 26 páginas, con un conjunto de gráficos  que responde  al esquema organizativo, administrativo, académico e institucional  de la Universidad del porvenir. Es decir, este proyecto constituye la síntesis  de la ciencia  pura, práctica   y humanística.  La nueva universidad, integrada en el espíritu  de la ciudad de Mérida,  de sus regiones y la nación.  Un documento tal vez desconocido, definitivamente. El segundo y último documento el que presentó el Banco Interamericano de Desarrollo para  la expansión y renovación  de la ULA  para estar en sintonía  con las exigencias de un estado, de unas regiones y  de un país  que se estaba  urbanizando e industrializando con  un crecimiento demográfico acelerado:  “Venezuela: Programa  de Expansión  de la Universidad de los Andes de Mérida, Venezuela, PR_551-A, 28 de Noviembre de 1972”.  Este documento con unas 56 páginas contiene un análisis técnico-financiero y una evaluación económica y jurídica de la universidad.

En  esa base doctrinaria filosófica y técnica  del proceso de modernización de la ULA, que representa las fuentes documentales  de carácter oficial, que le dieron el carácter institucional al proceso de modernización de la universidad y expresan de algún modo el  ánimo  y la voluntad de Don Pedro Rincón Gutiérrez para  la transformación de la universidad y su proyección social y cultural en la ciudad de Mérida y en el país. Hoy la obra de Don Pedro Rincón Gutiérrez resulta propicia en esto tiempos de crisis universitaria y alienta un nuevo proceso de cambios y transformaciones para estar a tono con los tiempos históricos.

 

 

 

 


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