Venezuela: Transición energética
En el futuro,
las fuentes de energía dependerán
De nuestra
capacidad de pensar y construir cosas,
No de lo que
extraigamos de la tierra (Steve Cowley. En
Eduardo Punset, 2011, p. 79)
El
Viaje a la luna y el nacimiento de la conciencia ecológica
El
viaje a la luna (1969), fue uno de los
eventos científicos de mayor trascendencia
de la historia de la humanidad. Significó la génesis y la
proyección de la era espacial hacia la
conquista del universo. Por vez primera el hombre tuvo el privilegio de develar
una imagen global, única y diversa en
aquel espacio sideral entre millones de galaxias. En perspectiva histórica todo ello implica
el nacimiento y la expansión de la conciencia ecológica global como el camino para la conservación
y la preservación de la vida en todo su esplendor. En ese sentido, es importante reflexionar sobre la idea
de que la tierra es el único hogar con vida
que existe en el universo, por lo que hay que cuidarla de cualquier otro evento de carácter económico que
contribuya a la destrucción de su biodiversidad. En este caso,
se habla de los fósiles
convencionales, como el carbón y el petróleo. Es cierto que estas fuentes de energías han sido un factor del progreso
material y cultura de las naciones tanto Occidentales como Orientales; pero
también es cierto que han provocado consecuencias graves en el entorno natural y humano de las naciones como es el recalentamiento
global, como resultado del efecto invernadero.
De allí, pues, que las naciones del primer mundo
con sus modelos desarrollo capitalista y las
corporaciones petroleras y carboníferas, están impulsando políticas públicas y proyectos alternativos para descarbonizar y mejorar la calidad del medio ambiente. Por supuesto, no quedan excluidas las naciones
comunistas y socialistas. Este modelo de desarrollo productivista y
economicista dinamizado con energías convencionales está afectando el paisaje natural
y humano de la tierra. El célebre libro titulado Primavera Silenciosa (1963), de Rachel Carson, bióloga y
conservacionista estadounidense denunció sobre los efectos nocivos del uso de
los pesticidas producidos por la industria química, en especial el DDT, y sus efectos nocivos sobre la agricultura, la
flora, la fauna (específicamente en las aves) y la salud de los ciudadanos en algunas regiones de los EEUU. Frente a ello, las grandes corporaciones petroleras reaccionaron negativamente ante el
testimonio de esta obra que desnudó
con toda la argumentación científica el impacto negativo ambiental de la industria petrolera. La autora de este
impactante libro ha sido considerada pionera de la conciencia ecológica en los EEUU con influencia en el escenario internacional al lograr
imponer la verdad científica sobre el poder de la política y los negocios alrededor de los fósiles convencionales y sus efectos en
el medio ambiente.
Es
importante mencionar que a lo largo del siglo XX, las Naciones Unidas han
propiciado un conjunto de acuerdos y
tratados con el fin de evaluar el impacto de los fósiles convencionales en la biodiversidad en la tierra. Al mismo
tiempo, han hecho esfuerzos para crear una normativa global
para la protección y defensa del
medio ambiente. En los inicios del año 2023,
las Naciones Unidas aprobaron un acuerdo histórico para la preservación de biodiversidad de los océanos. Todo ello revela que las naciones se están preparando para dar
el salto histórico del uso de los fósiles
convencionales como fuentes de energía hacia el uso de energías inteligentes que
beneficiarán el mundo material y
cultural de los ciudadanos del planeta.
En
la misma dirección, la Encíclica papal “Laudato
Si”, “Alabado sea el señor”, el papa
Francisco hace un llamado a las naciones para desarrollar con todo el poder de la ciencia y la tecnología la defensa del hogar común, la tierra a la que todos pertenecemos. En
esas páginas se aborda con criterio histórico, científico y teológico la problemática compleja de los temas ambientales desde
los inicios hasta los efectos del cambio climático en la
vida en la tierra. Además, se presenta la imagen emblemática de San Francisco
de Asís como símbolo para la defensa del medio ambiente.
Igualmente,
las corporaciones petroleras y carboníferas de las grandes potencias del mundo Occidental y Oriental ante
la evidencia científica del impacto de los fósiles convencionales en el recalentamiento global y su efecto a largo plazo con la posible extinción de la vida en la tierra, se están planteando nuevas estrategias de desarrollo
de energías más dinámicas, más flexibles y más viables en un juego complejo de opciones diversas y plurales de fuentes de
energías convencionales y no convencionales (Villegas, 2023). No se trata de no producir más petróleo
que aún tiene importancia como fuente
de energía para el mundo. De lo que se trata en el nuevo panorama energético que está demandado la humanidad,
es la adaptación creativa e
innovadora y tecnológica en sintonía con
la normativa ambiental global. Además, que esa adaptabilidad creativa e
innovadora cumpla con las normas ambientales para descarbonizar la atmosfera y se diversifiquen las ganancias
hacia empresas de fuentes alternas de energías. Una estrategia inteligente para responder a los retos del cambio
climático y de la conciencia ecológica global que pueda propiciar la
conformación de un mercado de fuentes alternas de energías. El resultado
de esta estrategia ha sido el auge de corporaciones
empresariales en
correspondencia con un nuevo paradigma energético que marcará el futuro
energético de la humanidad. Entre estas empresas se pueden mencionar la First
Solar, Canadian Solar; Vestas Wind Systems, Crop Energies, Electrobas, Hanergy
Thin Film, Power Group; Motch, Pacific Ethanol. Este nuevo paradigma energético
debe caracterizarse por la diversidad de esas energías como resultado de la ciencia
y de la tecnología con nuevas formas inteligentes para capturar energía no
convencional sin ningún tipo de consecuencias en el
medio ambiente.
Es
de hacer notar, que la pandemia COVID-19 que paralizó la producción petrolera a
escala mundial, la guerra Rusia- Ucrania (1922), donde el
petróleo se ha convertido en un arma política
para justificar una guerra y los informes científicos sobre los peligros del recalentamiento global se han constituido
en factores determinantes para el
desarrollo de ese paradigma energético
no convencional. Ello significaría el fin del control geopolítico de los
recursos naturales con objetivos económicos, energéticos, políticos e ideológicos. El último informe de las
Naciones Unidas sobre el cambio climático en 2021, examina los efectos del recalentamiento global
en la biodiversidad en la tierra con especial atención en la
problemática de América Latina. Este informe es considerado el más riguroso hasta
los momentos donde más de 200 científicos han publicado14000 artículos donde
han abordado el tema y han planteado cuáles deberían ser las soluciones para resolver de manera radical el problema
de las altas temperaturas con los efectos que todos conocemos como las olas de calor,
incendios, inundaciones, etc. La tesis
central es descarbonizar el planeta con
las nuevas tecnologías para eliminar las emisiones de dióxido de
carbono y capturar energía limpia, sana y no contaminante mediante las energías
inteligentes. Un informe de 3.449
páginas que merece una lectura obligatoria por cada ciudadano de esta tierra que apueste su fe y esperanza en
un planeta verde.
Se
puede aseverar que ha despertado la conciencia ecológica global como la vía
para salvaguardar el esplendor de la vida en la tierra. La ciencia y la
tecnología le han puesto al hombre en sus manos
la nueva forma de capturar
energía sin afectar la naturaleza. Así, la fisión nuclear, la fusión nuclear,
la luz solar, el hidrógeno, el viento, la geotérmica, la fuerza hidroeléctrica
y el gas natural constituyen las nuevas
formas de energía que están marcando el rumbo histórico de la humanidad.
Venezuela
y la Transición Energética de un país petrolero
Estudiar la viabilidad del proceso de
transición energética en Venezuela implica tener en cuenta la condición de país
petrolero. A lo largo del proceso histórico la idea que se generalizó fue que
el petróleo se agotaría en un corto plazo y había que crear las condiciones
para una sociedad más allá del petróleo. En la actualidad esto tiene un
significado en estos tiempos difíciles y complejos para una nación petrolera que tiene el dilema histórico de
transitar de los fósiles convencionales
hacia energías inteligentes. En este sentido es necesario destacar la posición de
Juan Pablo Pérez Alfonso cuando respondió a la pregunta que le hiciera el periodista José Gerbasi el 7 de octubre de
1960 en torno a si éramos un país petrolero. Así afirmó: “Sí somos- dijo Pérez
Alfonso en aquella oportunidad- un país petrolero; pero vamos a
dejar de serlo alguna vez. No fuimos un país petrolero; sí lo somos
ahora; pero vamos a dejar de serlo” (Revista Momento, 1960, p. 10). Era de la misma opinión el escritor y
novelista venezolano, Arturo Uslar Pietri, quién en su libro De Una u otra Venezuela (1949), describe las tres Venezuelas: la Venezuela
real; la Venezuela petrolera y la
Venezuela Post-petrolera. Dentro de esa visión histórica en torno al petróleo, la
creencia que sustentaba ese enfoque era
que el petróleo se agotaría y, como consecuencia, había que conservarlo con el fin de preparar los
cimientos de una sociedad más allá del petróleo: una sociedad moderna, agraria
y fisiocrática.
Hoy Venezuela cuenta aún con ventajas
comparativas en el escenario petrolero global. Los retos que se le presentan en
la actualidad tienen un alcance más allá
del petróleo como resultado del recalentamiento global. La nación tiene el
compromiso de responder ante un nuevo paradigma energético. Así, como lo están
haciendo otros países como son los
países nórdicos que están orientando sus políticas públicas hacia el desarrollo de fuentes alternas de
energías. El caso específico de Noruega
es interesante al propiciar la descontaminación ambiental y el uso de energías inteligentes. Por citar
otros ejemplos están los países árabes; Paraguay que está electrificando su territorio con energía hidroeléctrica;
Israel se está convirtiendo en una potencia de energía solar; Chile intentando
convertirse en potencia en hidrogeno verde y Estados Unidos con la experiencia
de Texas donde confluyen la producción petrolera y el uso de energías
inteligentes. En este contexto, el objetivo central es el tránsito
histórico de los fósiles convencionales
hacia las energías inteligentes con un nuevo paradigma energético hacia el año
2.050.
Venezuela, un país con una trayectoria histórica nacional
e internacional ligada al oro negro, no escapa
a los impactos y consecuencias de esa dinámica global de un proceso
civilizatorio que tiene como destino
vital su desarrollo sostenible y
sustentable con energías limpias y no contaminantes. Un reto histórico para la nación el paso hacia el uso de fuentes
alternas de energía en sintonía con las expectativas ecológicas del país
y del mundo global. Un proceso que se ha de asumir con
responsabilidad política para echar andar
un conjunto de iniciativas científicas y tecnológicas con energías limpias en defensa del medio ambiente. Ello
representa la defensa de Venezuela como
nuestro único y diverso hogar y que hoy su
geografía luce trastocada, intervenida y desbastada con graves resultados para el destino y porvenir de nuestra
provincia.
Qué hacer, cómo enfrentar los desafíos
históricos de una nación y de un proceso civilizatorio
que está demandando un nuevo mapa energético más allá
del petróleo. Sin duda alguna, la respuesta es compleja y
requiere sensatez y serenidad con un
país cuya condición histórica ha sido el
de constituirse en un país petrolero. Es necesario para abordar el problema
hacer un poco de historia
Como todos conocen, Venezuela, tierra de
gracia, es parte fundamental de la civilización Occidental, ha transitado históricamente de los esquemas de energías (madera y carbón) hasta alcanzar
la energía basada en el petróleo. Se ha dado un proceso histórico de una sociedad
agraria hacia una sociedad urbana, industrial y minera. Y a finales de los
ochenta y noventa del siglo pasado comienza experimentar los impactos de la
sociedad de la información.
Es importante destacar el significado
del estallido del pozo el Barroso (1922) que potenció el papel de la Venezuela petrolera del siglo XX con
una presencia notoria en el mundo Occidental después de los EEUU. Así se
sentaron las bases de la Venezuela
moderna, urbana e industrial. A su vez,
en el siglo pasado la Venezuela de la geopolítica del petróleo y fundadora del
OPEP (1960) y promotora del nacionalismo en el tercer mundo. Aún más, la
Venezuela que nacionalizó su industria
petrolera (1976) y la globalizó con
PDVSA. Hoy, sin Republica, una industria petrolera desbastada; sin la renta del
petróleo y ya dejó de ser el país petrolero con la posición privilegiada en el
escenario mundial.
Una
propuesta para Venezuela
Es
vital la importancia de una generación, de unas minorías, que
promuevan en el ánima de los venezolanos la necesidad de echar los
cimientos de una nueva sociedad que preserve los valores del republicanismo y despliegue toda su capacidad empresarial,
creativa e innovadora para echar andar
los caminos hacia la
constitución de un mapa energético a tono
con un modelo de desarrollo sostenible y sustentable en el tiempo. La posibilidad histórica de que la Provincia de Venezuela pueda
disfrutar para su desarrollo material y
cultural de una diversidad y una pluralidad
de energías limpia y no contaminante que garantice su bienestar material y
cultural en armonía con el medio ambiente.
La cristalización de un modelo de tal
naturaleza, solo es viable con la configuración de una forma de gobernanza no centralista; no presidencialista, ni
estatista, ni colectivista ni comunal: la conformación de un modelo
federal, desconcentrado, descentralizado, liberal, civilista y
democrático en sintonía con una dinámica de mercado acorde con las exigencias
que demanda una sociedad sustentable y
sostenible (Pereira, 2013).
Venezuela, un país con petróleo, debe actuar con pragmatismo y sentido común para llevar esta iniciativa
política que le permita de forma
sistemática el tránsito histórico hacia un
modelo energético integral sin perder la perspectiva que somos un país con un
potencial petrolero en el mundo. Un dilema histórico, difícil y complejo para hacerlo viable sin consecuencias graves y sin
que el petróleo deje de ser importante en el corto y mediano plazo. Un reto histórico, político, intelectual, científico
y cultural para impulsar el
tránsito de los fósiles convencionales a energías inteligentes. En fin, un
modelo energético integral
que combine esas dos formas de
energías mixtas, un modelo hibrido con
todo el marco institucional federal para proteger el medio ambiente (Hernández,
2018, p. 5).
Venezuela tiene inmensas opciones geográficas, geopolíticas que
se tiene que aprovechar de acuerdo a sus ventajas comparativas y competitivas con tecnologías inteligentes para capturar energía sin afectar su entorno natural y
social. Se insiste que el modelo federal que tiene sus raíces en el
corazón de nuestra historia, donde los estados y las regiones puedan impulsar
este modelo mixto y al mismo tiempo exportar energías inteligentes hacia otras
naciones aprovechando su privilegiada posición geográfica.
En este sentido, es necesaria una visión
política dinámica, flexible y funcional
para impulsar una iniciativa de tal magnitud, que permita combinar con
éxito las diversas fuentes de energías convencional
y no convencional con las normas
establecidas en defensa del medio ambiente. Por lo que es esencial la
creatividad, innovación y espíritu
empresarial para promover un modelo
energético integral hacia la
conquista de fuentes alternas de energías
más allá del petróleo.
Es el tiempo para una dinámica histórica universal en la que
Venezuela esté en sintonía con el auge y expansión del milenio de las energías
inteligentes. Lo importante es cómo se debe aprovechar en el corto y mediano
plazo el potencial petrolero del país a través de la transformación y
modernización de la industria petrolera
nacional y a su vez participar en
la dinámica de la industria petrolera en
el mundo sujeto a las normas del medio ambiente y así transitar hacia la cimentación de las
energías inteligente. (González, 2015,).
Ahora en ese sistema federal serán los estados que tendrán la responsabilidad histórica de
promover ese modelo integral de energía acorde
con sus características geográficas y culturales compatible con las tecnologías inteligentes para el uso de
fuentes de energía, limpias y no
contaminantes. En esa dimensión vital, se aproximaría
a un tipo de sociedad 5.0 que
utilizaría lo mejor de la cuarta revolución industrial para hacer
de las tecnologías inteligentes el medio para aprovechar el máximo de las
energías diversas no contaminantes y así ponerla al servicio de los ciudadanos a
lo largo y ancho de los 23 estados que
conforman el territorio nacional.
Apenas comienza el futuro de la
Provincia de Venezuela, tierra de gracia. Cuenta con el capital humano proveniente del sector privado,
de las universidades, de las academias etc. en las más diversas formas del saber en el campo científico y tecnológico para iniciar el proceso histórico hacia la transición energética que
sentaría las bases de una sociedad
libre en correspondencia con el
entorno natural y humano que demanda la conciencia ecológica nacional y global.
En este escenario nacional y global, le
corresponde al sistema federal asumir el reto histórico de hacer realidad la
transición energética de un país petrolero como Venezuela, en la que las
provincias que conforman el territorio nacional serán las protagonistas de esa
transición y que de forma racional y equilibrada se aproveche el potencial
petrolero y al mismo tiempo se incorporen las energías inteligentes al nuevo
modelo de desarrollo. Sobre el papel de
las provincias como agentes del desarrollo material y cultural nacional, el
filósofo español José Ortega Y Gasset, destacó:
En grande o en pequeño, toda historia
nacional llega a un punto en que para recrecer necesita dejar descansar la
vieja capital y esperarlo todo de la provincia: un momento en que es preciso
despertar la periferia del gran cuerpo político y gritar: “¡He, vosotras, las
provincias: es preciso que dejéis de ser provincianas. He aquí llegada la hora
en que tenéis que aprontar vuestros impulsos intactos. El Estado renacerá de
vosotras o no renacerá! ¡He, las provincias: de pie!” (Ortega y Gasset. 1985,
p.100).
REFERENCIAS
Fundación Friedrich, Ebert Jtif Tung
(2020). Informe especial Transición energética, estrategias nacionales y
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González, C., Diego (2015). Una propuesta
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Sociedad, CEDICE- Centro de Estudios de
Energía de Venezuela, Caracas-Venezuela.
Hernández, Nelson (2018).
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Nacional de Ingeniería y Hábitat. Comisión de Energía, Caracas-Venezuela.
Pereira, Isabel (2013). La quiebra moral
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Pereira,
Isabel (2020). El fraude del rentismo. Un modelo de propiedad. Observatorio de
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Ortega
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Alianza Editorial, Madrid.
Revista
Momento N 221- Año V-VOL. XVll. Caracas, Viernes 7 de octubre de 1960.Pág. 10
Villegas,
Yolanda y Daniel A. Sánchez (2023). De empresas petroleras a empresas de
energía.
World
Energy Trade (2019). “Las tres principales compañías petroleras que están
invirtiendo en energías renovables”. https://www.worldenergytrade.com/
World
Energy Trade (2021). “De qué manera las compañías petroleras están facilitando
la revolución de las energías renovables”. https://www.worldenergytrade.com/