Acción Democrática: el ocaso de la política Hace 82 años

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Acción Democrática: el ocaso de la política

Hace 82 años

Ramón Rivas Aguilar

 

Un poco de historia. El imperio de las multitudes,  de las muchedumbres,  de los partidos de masas fueron los signos  históricos más significativos que marcaron el rumbo político de la  historia mundial del siglo XX.  En la perspectiva filosófica de figuras  del pensamiento universal tales como José Ortega y Gasset, H Heidegger,  Nicolás Berdadiev,  Gustavo León y otros los partidos de masas jugarían un papel estelar en la transformación política, ideológica, económica, social y cultural de las naciones. Así, vieron cómo y de qué manera declinaba históricamente el proyecto liberal que se había desplegado  a lo largo del siglo XIX europeo y su impacto  en  el mundo. Al mismo tiempo, develaron las bases  de la mentalidad  y la praxis de una nueva forma de ejercer el poder  y su conexión vital con las grandes  multitudes mediante los partidos políticos. Así nace el estatismo. El culto al Estado. El fin  liberalismo, del Estado mínimo, del Estado policía, del libre mercado  y la génesis del intervencionismo y el keynesianismo en defensa de la justicia social. El Estado Benefactor presente en todas las formas de gobiernos de origen democrático, autoritarios, tiránicos  y totalitarios. Es decir, el imperio del estatismo, el imperio de las masas,  una forma  histórica   de  hacer  política, más allá  de  la tradición liberal que se impuso en la Europa del siglo XIX. Una dimensión  histórica de tal naturaleza, que tuvo unos impactos gigantescos en la vida política del siglo pasado,  fue el fruto  del desarrollo del capitalismo,  del industrialismo,  del maquinismo  y su efecto en la transición del viejo orden medieval, campesino y rural hacia la concentración de los grandes centros urbanos y de miles de trabajadores que participarían en una nueva manera del ejercicio de la política de organizaciones  con distintas perspectivas ideológicas  con el fin de alcanzar el poder y llevar  a cabo su programa político.

Pues, bien, la Venezuela del siglo XX, hija del petróleo, no escapó al influjo de las fuerzas  del capitalismo mundial  y su impacto  en la  conformación  de una sociedad urbana como el camino  para dar inicio al imperio de las masas,  a las multitudes,  a las muchedumbres y a los partidos políticos de masas. Sí. La revolución industrial, el maquinismo y el industrialismo llegó como efecto de un proceso histórico que penetró y alteró  el mundo rural para la configuración  de los espacios urbanos  y   la expansión de las fuerza obrera  tanto  en la cuidad como en el campo.

Así, un campo fértil  para impulsar las organizaciones políticas,  los partidos de masas con  el fin de alcanzar el poder. Así, el Estado, gobierno y  los partidos políticos de masas la trilogía que marcaría la nueva época histórica en la Venezuela del siglo XX.

Dentro de esa perspectiva,  Acción Democrática,  el  partido político de masas más exitoso de la Venezuela moderna del siglo XX. Fue la organización política que más transformaciones  provocó en el siglo xx venezolana. Fue el inspirador y el fundador de la era de los partidos políticos de masas,  de la participación de las multitudes en la vida nacional. Una revolución política  e ideológica  que desmontó la vieja política  en manos del personalismo, del militarismo, del bolivarianismo, del ruralismo y   su vínculo natural con  la espada y el  caballo como fuente de poder bajo la impronta  de los signos de la patria.  Se impuso la cuidad, los partidos políticos y el papel  de los cuidadados y su bienestar mediante un nuevo tipo de Estado  con espíritu  de justicia social. Así, feneció la  vieja forma de hacer política  en los pasillos secretos de Miraflores. Ahora, una nueva forma  de hacer política  en el marco de un sistema democrático. Un éxito   histórico  que se  fue debilitando y degradando con el tiempo. Ello, abrió el camino hacia una nueva forma de ejercer  la política,   el poder, el estado, el gobierno  y la sociedad  en una perspectiva  plebiscitaria,  colectivista y comunal.

En fin,  A.D.  Nació un 13 de septiembre de 1941,  el partido político  de masas  más importante del siglo XX. La organización política  que trasformó radicalmente  la Venezuela   del siglo XX con repercusiones gigantesca en el escenario mundial,  hoy en la debacle histórica. Sin doctrina, sin principios,  sin ideología, salvo las que conservan de forma caduca  las tesis políticas de 1964, no tiene horizonte  y perspectiva. De igual modo,  el socialismo  del siglo XXI y todas esas organizaciones políticas  viejas y nuevas recombinadas todas y en fase  de fenecimiento. Es el fin  del estatismo, del rentismo  y todas esas formas  políticas  que se produjeron a lo largo del siglo XX y parte del siglo XXI. Definitivamente, entramos en el ocaso de la política,  una forma  de ejercerla a través de los partidos políticos, del estado, del gobierno, la sociedad, de gobernantes y  gobernados sin ninguna mirada hacia el futuro.

Por tanto, el país vital, harto de esa forma de ejercer  la política que se convirtió en un negocio,  en   una empresa  para el amiguismo, el corporativismo, el clientelismo,  busca nuevos horizontes  que le permita descubrir  el sentido de la política  como una fuerza moral  para la decencia y la dignidad  y así establecer  la auténtica convivencia para el bienestar de todos. En ese horizonte vital, está  la mirada de María Corina Machado, la esperanza moral  de una nación  que disfrutara  con  todo el goce que da   la existencia humana en una auténtica sociedad libre.


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