Bocono
y mi tiempo
Ramón
Rivas Aguilar
Bocono entre
brumas y vientos
Se
agiganta con el tiempo
En
este mundo que se despedaza por viejas creencias mesiánicas y fundamentalistas,
se percibe ruinas y desolaciones; sombras que oscurecen su porvenir; su mirada
se encoge por la implacable fuerza del tiempo ¿Qué os ha pasado al hombre?
Creyó que sólo el poder del dinero y la ciencia
el sendero para explicar el mundo
salvaría su existencia; la poesía, la fábula, la sabiduría, la imaginación y el
espíritu fueron arrojados al pantano. Sólo creyeron en el hombre laico y
materialista. No obstante, la cultura
salva al hombre a través de la memoria y la poesía, puesto que ello nos remonta
a nuestras raíces. Fabular e imaginar aquellos momentos donde sólo reinaba la
mirada inocente, embriagada en aquellos bosques, nuestras almas se sumergían
entre olores y bellas melodías. Por esto, este libro lleno de poesía y gracia
del insigne historiador trujillano, Alexis Berríos, Bocono y mi tiempo en el que evoca el Bocono de sus ensueños y
evocaciones, llena de recuerdos esparcidos en aquella geografía, oculta entre
montañas y cordilleras, donde un atardecer nuestro Libertador Simón Bolívar
decidió detener con su mirada las fuerzas del más grande imperio de la historia
moderna. Alexis Berríos, describe al
hombre de carne y hueso, el hombre que sonríe, llora y disfruta de su vida
cotidiana, el hombre que olfatea entre senderos y caminos para escudriñar su
destino en aquel mundo que le tocó vivir, por allá cerca de los cielos: su
Bocono. Aquí está descrito ese hombre que los grandes imperios olvidaron y
trituraron con la máquina del poder. Un libro de magia y gracia que revela con
recuerdos, tantos seres humanos y paisajes cuyas huellas están impregnadas
entre las distintas veredas, corredores, pasillos, paredes, grandes casonas y
lugares como la Plaza Bolívar, ríos y montes y el cántaro silencioso el Río
Burate; Alborotado como el pequeño carpintero hacedor del universo, en aquella
región, el Bocono de sus sueños, el tiempo, era el tiempo de los dioses y de
los bosques, el tiempo que sólo contemplaba el trinar de su pájaros, el ladrido
de sus perros, el sonido misterioso del río Burate; era el tiempo de su mirada
inocente que recorría hermosos paisajes; el tiempo que sólo le pertenecía a los
dioses y a los gigantes del mundo antiguo. Al hojear este extraordinario libro
de mi querido amigo Alexis Berríos, en la Pedregosa de Mérida, alborotada por
el bullicio de sus pájaros y tantos pasajes que recorrí con mis sentidos,
tropecé con unas de sus páginas donde este poeta se agiganta al descubrir con
su lenguaje la belleza y la grandeza de Debora,
cuyas manos y espíritu embellecieron el sentido de la vida para todos los que la
conocieron. En palabras del poeta, Debora encarna la belleza y la grandeza de
un mundo en la que la flora y la fauna enriquece el espíritu de todos.
El poeta se resiste a perderla y logra con ese toque
divino de la palabra, dejar a lo largo de algunas de sus páginas, su esencia,
hacerlo de esa manera resulta difícil de olvidarla y este amigo del alma con la
palabra detuvo el tiempo y devolvió al presente la belleza de su Bocono y su tiempo.