Empresarialidad:
nuevo enfoque para estudiar la historia de la vida material de La Provincia de Venezuela Tierra de Gracia
Edición
Especial
Ramón Rivas Aguilar
La humanidad atraviesa uno de los
periodos históricos más significativos que se haya producido desde la aparición
del primer homínido en la tierra: la génesis y expansión de un orden civilizatorio que privilegia el saber cómo
senda del progreso material y cultural de millones y millones de hombres y
mujeres. Los individuos, de este planeta,
en un ambiente de mayor libertad, tienen la oportunidad de propiciar su
capacidad empresarial para generar bienes y servicios al alcance de todos. En
efecto, La vida material, como resultado del talento, de la creatividad y de la
innovación de las personas para intercambiar sus esfuerzos productivos
dentro una sociedad mucho más libre y
menos intervencionista. Es el ser humano creador de
riqueza; no los gobiernos. En todo caso el
Estado tendría como función el de proveer
de justicia y de seguridad física y
jurídica a las personas.
Dentro de ese horizonte, libertad, civilismo, federalismo, empresarialidad, libre mercado, nuevas maneras de interpretar
los fenómenos históricos y culturales, signos de un nuevo resplandor
civilizatorio. De igual forma, se asoma el nacimiento de un paradigma energético que
pondrá fin en las próximas décadas la era del petróleo. Así, pues, el espíritu de empresarialidad se proyecta en la
geografía planetaria con una fuerza
extraordinaria que picotea la esperanza
en los hombres la de mejorar la calidad
de vida de todos los que viven en esta tierra, única y diversa. Pero, También es cierto que los Estados y los
gobiernos a lo largo del devenir histórico universal se han constituido en una
traba a la función empresarial y a la acción humana. Han tratado impedir a
través de acciones regulatorias e intervencionistas ese poder de libertad de
los individuos para generar riqueza tanto material como cultural. Aun así,
ha sobrevivido ante la fuerza avasallante
del estatismo. Ese fervor empresarial es lo que hace digno a los pueblos que
asumen su destino vital contra la perversidad y la corruptela que se derivan del intervencionismo. La libertad es única e
indivisible. La defensa de la vida, de la propiedad privada y de la libertad de
pensamiento, conforman únicas libertades
que le dan sentido y dignidad al ser humano.
De allí, pues, que a la luz de las
gigantes transformaciones que se están generando a escala global, es vital repensar la historia
de la vida material de Venezuela para estar en sintonía con esta dinámica tan
compleja e interesante para el hombre de hoy. La historia de la vida material de la Provincia de Venezuela requiere de
nuevas miradas desde la perspectiva de la empresarialidad que está modificando
radicalmente la vida económica y cultural de los pueblos. Por tanto, se afirma que el proceso histórico nacional desde la
sociedad precolombina ha sido y sigue siendo el resultado de la destreza, de la
habilidad e innovación de hombres y mujeres para superar su condición natural
de pobreza y así alcanzar un bienestar tanto material como espiritual. Los
venezolanos, a través del esfuerzo
personal y productivo, delinearon el panorama geográfico e histórico de la
nación a lo largo de los siglos sin estatismo e intervencionismo. Todo lo
contrario, superaron tropiezo de todo orden para resolver sus
problemas económicos y sociales con esa fuerza tan maravillosa: el poder
empresarial. Por esto, es vital una revalorización historiográfica que recoja
esa riqueza de empresarialidad que llevan los venezolanos y que ha rebasado toda forma de control estatal. En efecto, a pesar del
inmenso esfuerzo del intervencionismo estatal que ha desplegado a lo largo del quehacer
histórico nacional, no ha podido extirpar en hombres y mujeres su ánima
empresarial.
Desde la sabana de los dioses, Santa
Rosa de Carvajal, vislumbro para
Venezuela, tierra de gracia, la gestación espontánea y natural de la más genuina revolución empresarial que se
haya producido en la historia de Hispanoamérica. El ingenio empresarial está picoteando el fervor
libertario de un venezolano que quiere ocupar un digno puesto en el concierto
de las naciones. El país está recobrando su fuerza libertaria y empresarial de
tanta importancia en la Venezuela anterior al petróleo. Esa Venezuela de los
siglos anteriores, en la que sus frutos,
transportados por caminos, senderos,
ríos para el intercambio mercantil, producto del talento creativo de cada uno
de los hombres que pertenecen e esta
bella geografía.
Dentro de ese marco, la fundación de Identidad cultural,
una iniciativa empresarial, impulsada por el reportero gráfico y periodista
Luis Huz, revela una exquisita mirada para examinar la historia y la geografía de la
sabana de los dioses como parte de ese proceso de empresarialidad que se está configurando en el mundo. Lo que
representa para los que viven en la sabana de los dioses como pasado, como presente y como futuro la importancia del talento y de la
chispa de hombres y mujeres que han hecho con sus
manos y con su saber el modo de vivir
material y cultural en una geografía sin
las migajas del intervencionismo. Lo que expresa
el auténtico aliento empresarial que
lleva hombres y mujeres desde la sociedad precolombina. De igual modo, el mundo de la crónica que nos permite descubrir la riqueza material y cultural
de pueblos, regiones y comunidades, como resultado de la capacidad empresarial de hombres y
mujeres sin la cultura del subsidio, de
las prebendas y los privilegios especiales que le otorga el estatismo
a los parásitos, a los vagos
y a la clientela política y
empresarial.
En el futuro tendremos la bella
oportunidad de explorar desde la perspectiva empresarial la historia y la geografía de la nación. Mirar
con nuevos ojos como nuestros padres y
abuelos de tantos nombres y apellidos, con el trabajo creador y productivo
demarcaron los senderos naturales y sociales del país: sin ninguna ayuda de carácter estatal. Fueron El trabajo, la honestidad, la responsabilidad
y el deseo de superación, los
fundamentos para construir una sociedad agraria y mercantil conectada al circuito económico local, nacional e
internacional. Así, se conformó ese atajo que está estrenando con ese hermoso
pasado desde el presente un nuevo orden civilizatorio.
Qué cosa tan maravillosa para una criatura como el ser humano poseer el
privilegio, el excepcional privilegio de palpar en un instante digital y sonoro la creación material e intelectual de la
historia universal, como resultado de la
acción humana. En fin, Venezuela en el futuro
estrenará una nueva manera de mirar el proceso material nacional
desde la teoría de la empresarialidad,
cuyos fundamentos fueron delineados de forma magistral
por la Escuela Austriaca (1871-2020).