El PRV (Ruptura) la teoría de la renta del
suelo, el petróleo y su historia en la Venezuela del siglo XX (1970)
Una mirada
Ramón
Rivas Aguilar
El
PRV (RUPTURA) bajo el liderazgo político de Douglas Bravo, propició una visión distinta para comprender e interpretar el fenómeno petrolero y su historia
en el siglo XX venezolano: la teoría de la Renta del Suelo y sus dos modalidades
(la renta absoluta y renta diferencial). Su padre intelectual Bernard Mommer.
Una
reflexión teórica que se desarrolló en el seno de esa organización
revolucionaria a partir de los años
setenta. En ese ámbito, se planteó la necesidad de examinar el hecho petrolero y
su impacto en la vida nacional desde
otra perspectiva que trascendiera los viejos criterios que explicaban la historia del petróleo en Venezuela. Hasta ese momento, en los años setenta,
los temas petroleros y su historia fueron analizados a la luz del
pensamiento petrolero de Arturo Uslar
Pietri, de las ideas del marxismo ortodoxo, de las tesis revisionistas de Rómulo
Betancourt y del enfoque dependentista. De allí, un debate político e intelectual sobre el
origen y el destino del ingreso petrolero que se renovó y se enriqueció con el aporte de un colectivo mediante esa herramienta conceptual (la teoría de la renta
del suelo). El propósito de esa
reflexión teórica, política e ideológica era impulsar la acción revolucionaria para conquistar el poder con el objetivo de desmantelar
el capitalismo dependentista e iniciar la construcción
del socialismo. Se insiste, de que era el
objetivo de una organización revolucionaria,
como Ruptura, la de analizar el
país desde unos postulados conceptuales
de naturaleza rentística para
hacer la revolución social, destruir el “capitalismo dependentista” y echar los cimientos de un tipo de socialismo que no dependiera del
subsuelo, de la renta del suelo sino del esfuerzo, el trabajo y el sudor del
proletariado. ¿Por qué? Porque para esa organización revolucionaria, los
ingresos petroleros de origen rentístico
solo favorecieron a las oligarquías criollas y al capitalismo petrolero
internacional. Por lo tanto, la renta del suelo no era la base para construir una sociedad
socialista de contenido tercer
mundista. Una sociedad socialista no rentista, con todo el folklor que derivó del mestizaje
cultural. No obstante, un viraje, una desviación de ese enfoque
teórico, político e ideológico, en las
primeras décadas del tercer milenio, en
el gobierno de Chávez y Maduro, cuando se
proyectó la imagen de un
socialismo con rasgos tercermundista
sobre la base de unos ingresos
petroleros de origen rentístico. El llamado socialismo rentístico. Qué ironía.
En
todo caso, lo vital a destacar es que Ruptura, una organización revolucionaria, como Partido Político, con un proyecto y un programa
antimperialista, anticapitalista con la pretensión desde el poder destruir el capitalismo dependentista y conducir a la nación hacia
la utopía sin el espíritu
rentista, fue la responsable política e ideológica de una forma determinada de indagar el hecho petrolero y su influjo en la
vida histórica del país a través de la renta del suelo con alcance revolucionario. Veamos.
En
ese horizonte vital, el Partido Revolucionario Venezolano (Ruptura)
impulsó una iniciativa intelectual como fue la creación del Comité Ideológico de Ruptura con el fin
de divulgar y difundir mediante la
prensa, folletos y libros sobre los elementos
teóricos de la renta; su historia en los EEUU y su proyección en la Venezuela del siglo XX: desde 1899 hasta la
nacionalización de la industria petrolera nacional (1976).
En
otras palabras, su alcance y límites
para estimular la acción revolucionaria y así
retornarle al país la utopía. Se trataba
de estudiar teóricamente el país
desde un enfoque rentístico de origen marxista para hacer revolución social, como se ha señalado
anteriormente.
No
obstante, un enfoque teórico sin asidero
científico, una falacia
conceptual, sin ninguna repercusión en la vida académica, historiográfica e intelectual del país. Sin embargo, con un fuerza
política e ideológica de contenido
antimperialista y anticapitalista de alcance nacional (nacionalismo
petrolero)) que provocó un daño histórico en las primeras décadas del tercer milenio: la
destrucción de la industria
petrolera del país y, como consecuencia,
Venezuela dejó de ser un país
petrolero y sin ninguna significancia geopolítica en el escenario petrolero mundial. Un legado
histórico, devastador, catastrófico, sobre la base de un cuerpo teórico y una praxis social, un error
intelectual, una falacia, como lo fue
el enfoque rentístico que surgió por los años setenta con el PRV (Ruptura) y su mentor intelectual
Bernard Mommer. Dicho de otra manera, pasaron setenta años en torno al nacimiento de un
esquema teórico, político e ideológico,
fundamentado en el enfoque
rentista, sin ninguna influencia
intelectual en la vida nacional,
cuyos impactos históricos todos conocemos.